La Ayuda Oficial al Desarrollo (AOD) es una iniciativa que se originó en el seno de la Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económico (OCDE) durante los años 70, y cuyo objetivo fue crear un sistema de contribuciones de los países más ricos y desarrollados a los más pobres o en vías de desarrollo.

El sistema contempla las donaciones y los créditos a bajo interés que proporcionan los organismos oficiales de un Estado para promover el desarrollo y el bienestar económico y social en un tercer país. ¡Hemos elaborado este post para que lo conozcas!

africa - Burkina Faso - oportunidades

Una mujer en su puesto de venta de maíz, sorgo y cacahuetes en el mercado de Kaya (Burkina Faso). La sequía y el aumento de los precios de los alimentos sitúa, a las personas que habitan el Sahel burkinabes, en riesgo de inseguridad alimentaria. (c) Pablo Tosco / Oxfam Intermón

Las donaciones pueden ser de dos clases: financieras (dinero) o técnicas (conocimientos). En cualquier caso, su transferencia puede hacerse directamente a las instituciones del país receptor o a través de organismos multilaterales de desarrollo, como por ejemplo la Organización de las Naciones Unidas.

Además de tener estos objetivos y de ser diseñados por entidades oficiales, para que un programa de ayuda integre la categoría AOD debe ir dirigido a países o territorios que estén incluidos en el Comité de Ayuda al Desarrollo (CAD), es decir, en aquellos sitios con necesidades certificadas para avalar la concesión de los fondos. ¿Sabes qué implica este comité? ¡Las claves, a continuación!

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Ayuda Oficial al Desarrollo: evolución del concepto y tipos

La labor de la AOD se ha visto cuestionada en no pocas ocasiones, quizá desde su mismo origen, pues en diversos momentos de la historia ha sido empleada como arma económica o de política exterior por distintos agentes.

Como respuesta a ello, en las últimas décadas se ha realizado un replanteamiento de los criterios de evaluación, impacto y regulación que han dado pie a procesos más eficaces, transparentes e independientes. ¡Lo cual es muy positivo!

En la actualidad, el grupo de los 22 países más ricos del mundo destina el 0,7% de su Producto Interno Bruto a los proyectos de desarrollo en terceros países. Existen dos modalidades para que este tipo de ayudas se haga efectivo:

  • Ayuda multilateral

    Se trata de la clase de ayuda destinada a los Organismos Multilaterales de Desarrollo (OMUDES). Quienes realizan las aportaciones pueden hacerlo de forma voluntaria u obligatoria.

  • Ayuda bilateral

    Es el tipo de ayuda que involucra directamente a dos países. Puede hacerse efectiva a través de canales en los que intervengan tanto las autoridades del país receptor como del país donante. Otra opción es hacerlo por intermedio de fondos o programas de OMUDES. A diferencia del modelo de ayuda multilateral, en este caso sí se conoce la cuantía y la asignación geográfica de los fondos destinados a labores de desarrollo.

Para que te hagas una idea de lo que se puede llegar a conseguir con la ayuda al desarrollo, una ONG como Oxfam Intermón, con su labor durante el ejercicio 2014/2015, ha conseguido que 3,8 millones de personas hayan podido vivir dignamente

¿Cuál es la situación actual de la Ayuda Oficial al Desarrollo?

Recientemente, las declaraciones de la Cumbre del Milenio (2000) y la Declaración de París (2005) han puesto de manifiesto la necesidad de incrementar los aportes que se recauden anualmente para este propósito.

Esto se debe básicamente al aumento de personas en el mundo afectadas por guerras, desastres naturales, fenómenos medioambientales, desigualdad o pobreza, entre otros factores. Según los últimos datos de organismos internacionales, cerca de 102 millones de personas precisan actualmente de asistencia humanitaria, de los cuales 78 millones están en situación de extrema vulnerabilidad. ¿Vamos a quedarnos de brazos cruzados?

En términos de inversión, dicho panorama supondría una ayuda cercana a los 20.000 millones de euros anuales. Sin embargo, al cabo de los primeros seis meses del año 2015, sólo se había recibido el 26% de esta cifra.

En el caso de España, la situación no es más alentadora. Pese a que el país aumentó en un 40% sus aportaciones a los proyectos de Ayuda Oficial al Desarrollo con respecto al año pasado (un 0,21% de su renta nacional), aún se encuentra lejos de la media europea, que en el último año se situó en el 0,42%.

De hecho, desde el comienzo de la crisis económica, concretamente en el año 2009, las aportaciones del Gobierno de España a la ayuda y la cooperación internacional han caído un 82%.

Si quieres más información sobre este tema, desde Oxfam lanzamos cada año, desde 1994, el informe La Realidad de la Ayuda, una fuente de información y análisis sobre las políticas españolas de cooperación.

Conocer estos datos es un primer paso para ponernos manos a la obra, pero se necesitan acciones. ¿Tienes propuestas? ¡Caminemos hacia las soluciones!

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