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Cada vez que se protege el interés de unos pocos, el mundo pierde. Pero cuando nos unimos, podemos recuperar lo que nos están arrebatando: un futuro digno y justo para todas las personas. Mientras se recorta la ayuda humanitaria, millones de personas se quedan sin acceso a agua potable y alimentos. Mientras los superricos evitan pagar impuestos, faltan recursos para salvar vidas. Mientras se debilita la cooperación internacional, la desigualdad sigue creciendo.
Esta no es una serie de eventos aislados, sino la expresión de un nuevo orden mundial: uno donde la ley del más fuerte se impone, donde el poder y el dinero se acumulan en pocas manos, y donde se nos intenta hacer creer que la solidaridad es una debilidad.
Frente a esto, desde Oxfam Intermón alzamos la voz. No para resignarnos, sino para proponer un camino distinto. Porque sabemos que es tiempo de valientes.
La cooperación internacional bajo amenaza
El cierre repentino de la Agencia de los Estados Unidos para el Desarrollo Internacional (USAID) y los importantes recortes de otros países son señales claras de un ataque estructural a la solidaridad internacional. No se trata solo de menos fondos: es el intento de anular una política que salva vidas, previene crisis y combate las desigualdades.
La cooperación no es caridad. Es un compromiso con un mundo más justo, más equitativo y más seguro. Su debilitamiento deja a millones de personas sin apoyo, sin refugio y sin oportunidades.
Apostar por la cooperación internacional es apostar por el bien común, por respuestas a las desigualdades extremas y por los derechos para todas las personas.
Justicia fiscal: sin ella no hay justicia global
Nos dicen que no hay recursos. Que hay que elegir entre ayudar aquí o allá. Pero sabemos que eso no es verdad. El problema no es la falta de riqueza, sino su mala distribución.
Mientras una élite concentra beneficios, las personas más empobrecidas enfrentan recortes. Y eso no es inevitable: es el resultado de decisiones políticas.
Decisiones como, por ejemplo, defender los privilegios de quienes más riqueza y poder tienen dejando que eludan impuestos y usen paraísos fiscales. Ejemplos como este, debilitan los pilares de cualquier democracia. Porque sin justicia fiscal, no hay cooperación, ni sanidad, ni educación, ni futuro posible.
Nos quieren convencer de que no hay alternativa
El discurso dominante que han promovido unos pocos, intenta convencernos de que el multilateralismo está obsoleto, que la solidaridad es ingenua y que cada país debe valerse por sí mismo. Pero esta visión individualista no nos representa.
Cada recorte y cada ruptura de acuerdo en los espacios multilaterales sólo persiguen dejar espacio libre para que los superricos sigan aumentando sus beneficios a costa de la vida y las oportunidades de millones de personas. El futuro mejor será el futuro donde todas las personas puedan vivir con dignidad: un futuro de cooperación y justicia global.
Desde Oxfam Intermón decimos con claridad que no vamos a aceptar un modelo que normaliza la injusticia. España y Europa deben liderar con valentía, sin esconderse y sin mirar hacia otro lado.
Porque la cooperación internacional y la justicia fiscal son fundamentales para sostener nuestros logros sociales y avanzar hacia una economía centrada en las personas.
La unión como acto de rebeldía
Rebelarse hoy es construir y pasa por hacerlo conjuntamente. Es tiempo de valientes, donde cada firma, cada donativo y cada voz cuenta. Porque cuando muchas personas se unen, toman decisiones valientes y transforman lo que parecía imposible.
Nuestra campaña ‘Mientras unos pocos ganan, el mundo pierde’ no es solo una denuncia. Es una invitación a informarse, a firmar, a apoyar y a compartir. Queremos convertir la indignación en acción y sumar esfuerzos por un mundo justo. Firma nuestra petición.
¿Qué está en juego?
Cada recorte tiene una consecuencia real. No hablamos de cifras vacías, hablamos de millones vidas humanas. Más hambre, menos medicamentos y vacunas, menos escuelas, menos hospitales, menos agua, menos refugio y más pobreza y desigualdad.
No vamos a permitir este retroceso, porque sabemos que hay otra manera de hacer las cosas.
Es tiempo de valientes
Lo decimos alto y claro: es tiempo de valientes. De quienes no se rinden, de quienes defienden los derechos de todas las personas, de quienes creen que el mejor momento para cambiar las cosas es ahora.
Desde Oxfam Intermón trabajamos cada día para estar del lado de quienes resisten, de quienes se organizan, de quienes crean. Porque sabemos que otro mundo es posible y no vamos a dejar de luchar hasta lograrlo.