El derecho al trabajo supone el derecho de toda persona a tener la oportunidad de ganarse la vida mediante un trabajo libremente escogido. Pero el concepto de trabajo justo va más allá.

No solo es importante tener un trabajo con el que realizarnos profesionalmente y ganarnos la vida, también es esencial que ese trabajo sea digno y justo, y eso va a depender de diversos aspectos, como los que describimos a continuación. ¿Sabes en qué consiste y cuáles son sus pilares básicos? ¡Te lo contamos en este post!

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¿Conoces las claves del trabajo justo?

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Trabajar no es solo tener unos ingresos que nos permitan vivir dignamente, también es sentirnos realizados y respetados profesionalmente y saber que nuestro trabajo tiene un sentido.

Desde nuestro punto de vista, y basándonos en las fuentes que citamos a continuación, un trabajo justo se basa, pues, en los siguientes pilares:

  • Salario justo. El trabajo que se realiza debe ser remunerado de forma justa teniendo en cuenta el tiempo de dedicación, la experiencia, las habilidades y la formación de cada persona. ¿Sabías que en base a los datos publicados por Eurostat en el año 2014, el 17 % de las personas trabajadoras asalariadas percibían salarios bajos?
  • Trato justo. Supone la participación de las personas trabajadoras en los procesos de toma de decisión de las empresas, el reconocimiento del trabajo realizado y la identificación de los valores de la empresa con los del empleado y empleada.
  • Igualdad de oportunidades entre hombres y mujeres. Este aspecto afecta a supuestos como la igualdad de oportunidades en la carrera profesional, la igualdad de salario o los permisos de maternidad y paternidad, entre otros aspectos. En este sentido, cabe destacar la brecha salarial que existe entre hombres y mujeres, por ejemplo, en México y Perú en 2016 fue del 8,3% y 9,3% respectivamente. En la Unión Europea, según datos de Eurostat, en el año 2015 el salario de las mujeres en la Unión Europea fue un 16,8 % inferior al de los hombres.
  • Salud y seguridad en el trabajo. Las empresas deben tomar medidas para garantizar la salud y la seguridad de sus empleados y empleadas, realizando las acciones necesarias, proporcionando los equipos apropiados y protegiendo a las personas más vulnerables. Según  la Organización Internacional del Trabajo, cada día mueren 6.400 personas debido a un accidente de trabajo o a una enfermedad profesional.
  • Protección frente a la discriminación por motivos de sexo, raza, religión, edad, discapacidad y orientación sexual. En el mundo, más de 73 millones de jóvenes (entre 15 y 24 años) estaban buscando trabajo en el año 2014 y, además, 1 de cada 5 jóvenes no trabajan, no estudian ni reciben formación (OIT).
  • Formación. Las personas trabajadoras deben recibir la formación e información necesaria para realizar las tareas que correspondan a su puesto.
  • Conciliación. La compatibilización de la vida profesional con la vida laboral supone la flexibilidad en cuanto a los horarios o el fomento del teletrabajo.

El trabajo justo es, por lo tanto, un gran reto en todos los países del planeta y, como debes suponer... todavía queda un largo trecho por recorrer... ¡también en nuestro país!

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El trabajo decente y los objetivos de desarrollo sostenible

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En relación con lo visto en el apartado anterior, debemos recordar que el objetivo 8 de la Agenda 2030 de Desarrollo Sostenible es precisamente el trabajo decente. ¿Sabes a qué nos referimos?

Por si no lo conoces, se considera que cuanto mayor sea el número de personas con un trabajo decente, mayor será el crecimiento económico. Cuando una persona tiene un trabajo decente puede gastar el dinero que gana, y esto repercutirá positivamente en la economía local. Tiene sentido, ¿no?

Así, el Programa de Trabajo Decente de la Organización Internacional del Trabajo (OIT) tiene como pilares fundamentales:

  • Promover el empleo y las empresas
  • Garantizar los derechos en el trabajo
  • Extender la protección social
  • Fomentar el diálogo social

Después de los años de crisis económica vividos en muchos países, las economías han comenzado a crecer, pero esto no se ha visto traducido en el crecimiento proporcional del número de empleos...

De este modo, y según datos de la OIT, es necesario crear más de 600 millones de nuevos empleos de aquí al año 2030 para cubrir el crecimiento de la población mundial que estará en edad de trabajar. En este sentido, es necesario mejorar las condiciones de 780 millones de personas que trabajan pero que no ganan lo suficiente para superar el umbral de pobreza de 2 dólares al día. ¡Sí, lo has leído bien!

Un aspecto muy preocupante en cuanto al trabajo es la situación de millones de niños y niñas que viven en situaciones de pobreza extrema y que se ven con la obligación de trabajar. En este sentido, la OIT pone de manifiesto que 168 millones de niños y niñas en todo el mundo (¡más del 10 % de la población infantil en el mundo!) tienen la obligación de trabajar para subsistir.

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Además, a partir de los datos de Save the Children, hay en el mundo 85 millones de niños y niñas que realizan trabajos forzosos, de los cuales 8,5 millones están en situación de esclavitud, trabajos ilegales, degradantes y peligrosos. ¿Qué te dicen estas las cifras?

¡Pero hay más! La OIT destaca que 11 millones de mujeres y niñas son víctimas de trabajos forzosos y generan ganancias ilícitas por más de 150.000 millones de dólares anuales.

Para lograr los objetivos relativos al trabajo, según la Agenda de 2030 es imprescindible trabajar aspectos como los siguientes:

  • Terminar con la pobreza extrema. La pobreza extrema se produce cuando el ingreso por persona al día es inferior a 1,25 dólares de Estados Unidos.
  • Hambre cero. El trabajo decente y el comercio justo son algunos de los pilares para erradicar el hambre.
  • Salud. Es necesario reducir el número de muertes debidas a accidentes de trabajo o enfermedades profesionales.
  • Educación de calidad. La educación es fundamental para lograr un trabajo decente.
  • Igualdad de género. Reducir la desigualdad de género en el ámbito laboral garantiza un trabajo honrado para las mujeres. En este sentido, el objetivo debe ser, entre otros, un igual salario por un trabajo igual.
  • La inclusión social de todas las personas, con independencia de su edad, sexo, raza discapacidad, origen, religión o situación personal.
  • El consumo responsable. El cambio de los hábitos de consumo hacia un consumo que valore las condiciones en las que se ha producido un artículo fomenta la aparición del trabajo decente.

Después de poder ver esta radiografía del estado en que se encuentra el mercado laboral en el mundo, ¿crees que en tu país se están tomando medidas para lograr un trabajo justo? ¿Tienes ideas que contribuyan a la mejora del panorama descrito? Sea como sea, no te olvides de que el cambio empieza a pequeña escala: en tu empresa, en tu ciudad, en las administraciones que nos gobiernan... ¡Pon la atención a tu alrededor y empieza aportando tu granito de arena para dar un giro radical a esta situación!

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