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Saborea cuidadosamente cada uno de estos alimentos cuando los tengas en tu plato... ¿sabes que tal vez pronto nos quedaremos sin ellos?
6 alimentos que desaparecerán de nuestra vista
Dile bye, bye a la miel
Greenpeace avisa de que, como consecuencia del empleo de productos tóxicos por parte de la agricultura industrial, el impacto sobre los hábitats o los efectos del cambio climático, la población de abejas está disminuyendo en todo el mundo.
Tanto para el mantenimiento de la biodiversidad como para la alimentación del ser humano, es esencial la polinización.
No solo la miel, sino frutas, vegetales y cultivos se verán afectados. La Organización de las Naciones Unidas para la Agricultura y la Alimentación (FAO) señala que de unas 100 especies de cultivos que aportan el 90 % de los alimentos a nivel mundial, 71 de ellos son polinizados por abejas.
Despídete del café
Gracias al trabajo del World Coffee Research, junto con el CIAT y el Programa de Investigación sobre el Cambio Climático, Agricultura y Seguridad Alimentaria del CGIAR (CCAFS), sabemos que las áreas productoras más relevantes a escala mundial en el cultivo de la variedad de café arábica se verán perjudicadas por el calentamiento global, que las volverá menos idóneas. ¿Puedes imaginar un mundo sin café?
Hasta más ver, plátanos
Debido al mal de Panamá, un hongo que ataca a las plantaciones de esta fruta, para el que aún no se conoce una cura eficiente y que está afectando a la variedad cavendish, la BBC ya nos han avisado de que el abastecimiento de este postre natural se está viendo perturbado.
Olvídate del chocolate
Ghana y Costa de Marfil son dos de las principales regiones productoras del cacao que consumimos a nivel planetario. Pero según informa el Centro Internacional de Agricultura Tropical (CIAT), en estos países las temperaturas aumentarán en más de 2 ºC hasta el 2050. De este modo, el cambio climático afectará a la producción del cacao, ya que estas áreas serán más calurosas de lo que precisan estos cultivos. ¿Quién querrá vivir en un mundo sin chocolate?
Adiós al atún rojo
El World Wildlife Fund (WWF) alerta de la sobreexplotación a la que se está sometiendo a esta especie. En tan solo diez años, su población ha llegado a disminuir más de un 85 %.
Hasta la vista, pez espada del Mediterráneo
Oceana indica que debido a la pesca ilegal y la sobrepesca estamos acabando con esta especie, ya que la mayor parte de las capturas son crías, lo cual impide su reproducción.
¡Lo hemos conseguido! Con la sobreexplotación, un consumo abusivo o nuestra apuesta por fomentar el cambio climático, estamos aniquilando a muchas especies de nuestro entorno. Ahora viene la pregunta: ¿qué vamos a hacer sin ellos?
¿Y si dejamos de comportarnos como amos o dueños del planeta y procuramos ponerle solución?
Por ejemplo, evitando el despilfarro de alimentos:
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Planifica tu menú semanal. Ten en cuenta cuántos comensales sois en cada comida y lo que realmente consume cada uno.
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Ajústate a una lista de la compra. No caigas en la tentación de ofertas llamativas en productos frescos como "2 kg de tomates de ensalada al precio de 1" o "un 3x2 en lechugas iceberg", y pregúntate si verdaderamente vas a poder emplearlos en tus platos antes de que este tipo de género se estropee.
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Deja el carro en casa y acude al establecimiento con bolsas reutilizables. Sabiendo que tienes que cargar con ellas, seguro que evitas las compras por impulsos y te llevas solo lo necesario.
Aceptemos, de una vez por todas, que nuestro impacto influye en el calentamiento global:
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Revisa atentamente el tipo de vida que practicas. ¿Reciclas los envases y residuos de tu hogar?, ¿usas tu vehículo particular para actividades superfluas?, ¿compruebas el gasto energético de tu vivienda?
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Asume que, gracias a ti, familias y comunidades son cada vez más vulnerables a los efectos del cambio climático.
El primer paso es reconocer que somos responsables de esta realidad. ¿Intuyes cuál es el segundo? ¡No hay alternativas! Solo con la implicación activa y la concienciación de nuestras acciones cotidianas, por muy pequeñas e insignificantes que nos parezcan, podremos plantearnos dar la vuelta a esta realidad. Y nadie de nosotros la quiere, ¿no?