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En la Conferencia de las Naciones Unidas sobre el Medio Ambiente de 1972, realizada en Estocolmo, los líderes mundiales elaboraron un programa ambiental para fomentar la interacción de los sistemas urbanos con la naturaleza.
En aquella época ya era evidente el aumento de las migraciones de los habitantes del campo a las grandes metrópolis, un fenómeno que con los años no ha hecho más que confirmarse. En la actualidad, cerca del 54% de los habitantes del planeta reside en grandes centros urbanos; en el 2030, se espera que sea más del 60%.
¿Cómo piensas que puede repercutir en la sostenibilidad del planeta?
Estas cifras evidencian la necesidad de recuperar el vínculo entre la naturaleza y los habitantes de las grandes ciudades. Y la ecología urbana es un conjunto de prácticas y estudios orientados en ese sentido.
Sus principales prioridades son las investigaciones sobre el impacto medioambiental de prácticas humanas y la búsqueda de soluciones que ayuden a mejorar la preservación de los ecosistemas y los recursos naturales. Estos son algunos de los beneficios que supone para los ambientes en los que se llevan a cabo estas prácticas:
- Ciudades con un modelo de crecimiento sostenible
- Ambientes más limpios y saludables
- Reducción del riesgo de enfermedades asociadas al medioambiente
- Mejor calidad de vida de los habitantes de las ciudades
- Creación de una conciencia social sobre la sostenibilidad
Ecología urbana: ejemplos prácticos
No es necesario ser un experto o una experta en temas medioambientales para aplicar la ecología urbana. De hecho, cualquier persona puede hacerlo si incorpora una serie de acciones a su rutina. Aquí te dejamos algunas propuestas que puedes poner en práctica desde hoy mismo:
1. Ahorro de agua y energía
Un consumo responsable de recursos como el agua y la energía son fundamentales para la conservación de los entornos. Puedes contribuir a ello instalando bombillas de bajo consumo o grifos de flujo moderado en tu casa. Recuerda que a la ecología urbana también le preocupa el impacto sobre los embalses.
2. Huerto urbano
Muchas familias deciden adaptar en su terraza o jardín un huerto urbano. Es una buena forma de mantener el vínculo entre la naturaleza y la vida cotidiana en las grandes urbes. El mantenimiento de un huerto te ayuda a conocer de cerca los ciclos naturales, y si te lo tomas más en serio, incluso es posible que obtengas pequeñas cosechas para el autoconsumo. Quieres hacer tu propio huerto urbano? Aquí tienes una guía gratuita que te explica todos los pasos necesarios para hacerlo.
3. Movilidad sostenible
Si se trata de movilidad, puedes realizar varias acciones en favor del cuidado del medioambiente. Por ejemplo, compartir tu coche, usar el transporte público cada vez que sea posible, desplazarte en bici o ir andando. Y si definitivamente no puedes bajarte del coche, elige uno eléctrico o con bajas emisiones de CO2.
Las 3 erres: prácticas sostenibles en el día a día
Para reducir el impacto de nuestras prácticas sobre los ecosistemas y educarnos en la cultura de la preservación y la sostenibilidad, la ecología urbana plantea cinco acciones básicas que podemos incorporar a nuestras rutinas:
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Reducir
Disminuir el consumo de materiales o recursos en nuestro día a día como, por ejemplo, la energía o los carburantes, ante los cuales debemos actuar con moderación.
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Reutilizar
Reutilizar objetos que, tras un primer uso, pueden tener una segunda o tercera función; si es posible, restaurarlos.
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Reciclar
Clasificar las basuras en función del material: orgánicos, plásticos y latas, cartón y papel, vidrio y otros residuos que supongan riesgo.
Si vives en una gran ciudad y el día a día no te permite un contacto diario con la naturaleza, seguro que tienes tus propios trucos para vivir acorde con ella. Ya sea a través de pequeñas iniciativas de horticultura casera o poniendo en práctica acciones para el reciclaje y la reutilización de los residuos. ¡Tal vez tengas un montón de ideas originales que podamos aplicar en nuestro día a día! ¿Por qué no nos las cuentas?
