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Hoy queremos hablarte del desarrollo local, una forma de contribuir al desarrollo de una zona en el que se analiza qué peculiaridades económicas, culturales o naturales tiene ese área y se usan para mejorar su crecimiento.
Burkina Faso es uno de los países del mundo donde hay más pobreza. Según el Índice de Desarrollo Humano de las Naciones Unidas en el año 2014 se situaba en el puesto 183 de los 186 países analizados.
En las regiones arroceras de Burkina Faso, donde la población está en una situación muy desfavorecida, los campesinos y las campesinas están pudiendo ver cómo sus vidas cambian gracias a un programa impulsado por Oxfam Intermón que apuesta por aprovechar los recursos de la zona para que unas 125.000 personas puedan participar activamente en la producción, el procesamiento y la comercialización del arroz, y así lograr nuevas oportunidades. ¡Queremos que lo conozcas!
La situación del desarrollo local en Burkina Faso
Desde la liberalización del mercado en 1991, la producción de arroz local en Burkina Faso había caído en picado. La entrada de arroz asiático, más económico, había hecho que las oportunidades de desarrollo de los productores locales cayeran en picado. Hoy, el arroz de cultivo local tiene una demanda nacional de más de un 40%. Ha ganado terreno frente a la competencia asiática gracias al valor añadido que aporta la cocción al vapor, una práctica culinaria tradicional de las mujeres de África del Oeste.
Oxfam Intermón lleva colaborando, desde 2010, con un programa gracias al cual se han construido dos centros de vaporización de arroz que hoy utilizan alrededor de un millar de personas para preparar el arroz que comercializarán 300 pequeños productores. ¿No te parece extraordinario?
El arroz vaporizado: parte del desarrollo local de Burkina Faso
El arroz vaporizado tiene mejor textura que el arroz blanco convencional, mientras que su valor nutritivo se acerca al del arroz integral, ya que en el proceso de cocción el grano absorbe las propiedades nutrientes de la cáscara. Pero no solo ha traído consecuencias muy positivas a la salud de la zona, sino que además ha devuelto la capacidad de competencia a la producción local, que hace unos años no era capaz de hacer frente a la asiática.
Normalmente, el proceso de vaporización es llevado a cabo por mujeres que contribuyen, de esta forma, a la economía doméstica, y esto ha provocado que muchas familias desfavorecidas puedan volver a tener acceso a atención médica, escolarización o incluso ropa y otros alimentos.
El papel de la mujer en el desarrollo local de Burkina Faso
Otra de las consecuencias añadidas a este proceso de desarrollo es que las mujeres han empezado a adquirir un papel más importante en la sociedad. En la actualidad existen 18 agrupaciones con un total de 460 miembros, que trabajan juntas y organizadas en cooperativas de 20 a 30 personas.
De promedio, estas mujeres ingresan 915 euros al año y contribuyen al sostenimiento de sus familias. Por tanto, es también una forma de garantizar un papel activo de la mujer en la economía del país. Mariam Nana, presidenta de la Unión de Vaporizadoras de Arroz de Bagré (Union Conannet des Etuveuse de Riz de Bagré) cuenta que “cuando empezamos con esto, nuestros maridos no le daban ninguna importancia, pensaban que nos cansábamos para nada y a veces nos decían que no podíamos venir, que había que ir a trabajar al campo; en cambio ahora, en especial desde que tenemos el centro, los hombres vienen a vernos para pedirnos que dejemos que sus mujeres se incorporen a nuestra actividad”.
¿Imaginabas que un grano de arroz podía significar tanto?
Los retos de futuro
Desde Oxfam Intermón creemos que todavía queda mucho por hacer, pero que se ha dado un paso muy importante consiguiendo que aumente la demanda de arroz y, por lo tanto, su producción. Nuestro objetivo ahora es seguir buscando financiación para que aumente el consumo y el prestigio del arroz vaporizado para seguir apostando por el desarrollo local de la zona.
Si este trabajo continúa, cientos de familias podrán seguir beneficiándose de un sector de actividad autóctono y mejorar su calidad de vida con un trabajo digno.
Desde hoy, ¡verás el arroz con otros ojos!