A menudo, viendo la televisión, leyendo un periódico o buceando en internet nos encontramos con términos de los que muchos hablan pero que nos pueden seguir resultando algo desconocidos. Si ese es el caso de la economía de mercado, ¡hoy es un buen día para conocer más de cerca el entorno que nos rodea! ¡Descubrámoslo!
¿Qué es la economía de mercado?
La economía de mercado, también conocida como "economía de libre mercado", es un sistema de mercado consistente en la producción de bienes y servicios para satisfacer necesidades que serán cubiertas mediante el intercambio voluntario de dichos bienes y servicios en el mercado, y donde existe un libre juego entre la oferta y la demanda.
Su polo opuesto sería la economía planificada, donde son las autoridades las que deciden y regulan la oferta y demanda de bienes y servicios. Aunque en la economía de mercado, también participa el gobierno, no sólo para impedir los monopolios (cuando existe un único oferente) y oligopolios (cuando existe un grupo reducido de productores) sino también para proteger a los productores nacionales mediante la aplicación de impuestos arancelarios superiores a los productos que van a competir con los de carácter local.
¿Es todo bueno en la economía de mercado?
Lamentablemente en la economía de mercado existe la competencia imperfecta. Esto supone que no todas las empresas que producen un bien o servicio cuentan con los mismos recursos (capital, infraestructura, tecnología o canales de comercialización). La competencia imperfecta genera también que muchas veces aquellas empresas que se encuentren en una posición de privilegio puedan influir o controlar el mercado. La FAO, Organización de las Naciones Unidas para la Alimentación y la Agricultura, habla de los factores que afectan a la viabilidad de los pequeños productores y productoras. En resumen, son los siguientes:
- El libre comercio y la competencia desleal de los países del norte versus los del sur
- La concentración de las mejores tierras en manos de unos pocos propietarios poderosos
- El control de los principales mercados por algunas corporaciones multinacionales
¿Cómo apoyar a pequeños productores y productoras?
El Comercio Justo surge como una alternativa para mejorar el acceso al mercado de los productores más desfavorecidos y cambiar estas reglas injustas, ya que no sólo ofrece recursos a nivel de infraestructuras o financiación a personas productoras, sino que también participa en la comercialización (importación, distribución y venta). Es también en el Comercio Justo donde los intermediarios (importadores, distribuidoras y tiendas) están dispuestos a reducir sus márgenes de beneficios para equilibrarlos entre todos los actores de la cadena. ¡Difunde sus ventajas!
Frente a la economía de mercado tradicional basada en criterios económicos nos encontramos este tipo de comercio basado en criterios sociales y ambientales que supone una relación, libre, directa y honesta entre los productores, los consumidores y los intermediarios.
A través de las tiendas de Comercio Justo, los productos de alimentación, ropa y artículos de artesanía como la cerámica, la bisutería o la marroquinería, que son el resultado del trabajo de pequeños productores y productoras, llegan hasta nosotros, las personas consumidoras.
Nuestra decisión de compra contribuye a generar relaciones comerciales más éticas y equitativas. Nunca nos cansaremos de recordar el gran poder que tienen nuestras elecciones cotidianas: pueden cambiar el mundo. Podemos ser responsables con las decisiones de compra que tomamos. Podemos dejar de fijarnos únicamente en el precio y pensar también en las condiciones sociales y medioambientales en que se han elaborado los productos que adquirimos.
¿Vas a perder esta oportunidad o vas a aprovecharla para construir un mundo mejor y más fácil para otras personas? ¡Decídete y ponte en marcha!