¿Sabías que antes de 1989 los niños y niñas no eran considerados un sujeto de derecho? Antes, no contaban con una visión global de su situación y por lo tanto no existía una norma ni una legislación que entendiese las necesidades de los más pequeños e intentase protegerlos de la violación de sus derechos.
La Convención sobre los Derechos del Niño, que data de 1989, se compone de 54 artículos que tratan sobre cuestiones sociales, económicas, civiles, políticas y culturales, aspectos que nos pueden parecer básicos pero que no se aplican en todos los lugares del mundo. ¡A continuación, te damos más detalles!
Pongamos como ejemplo la educación, un valor que se puede considerar crucial en el desarrollo de los más pequeños. Un gesto tan sencillo como despertarse por la mañana para llevar a tus hijos e hijas al colegio puede no ser tan habitual en otros países donde la educación infantil no es un derecho básico en la vida de los niños y niñas. ¿Te habías parado a pensarlo?
La Convención sobre los Derechos del Niño establece que la educación debe ser accesible a todas las personas, sin ningún tipo de discriminación. Además, en los artículos 28 y 29, se insiste en que la educación primaria llegue a todos los niños para que puedan adquirir los conocimientos que les preparen para su vida adulta. Estas premisas deben ser aplicadas por parte de todos los estados, que tienen que poner a disposición de todos los menores una educación disponible, aceptable, accesible y adaptable.
Sin embargo, la realidad es muy diferente. Según un informe de la UNESCO del año 2014, todavía hay 58 millones de niños y niñas en el mundo que no van cada día al colegio, que no tienen acceso a los conocimientos básicos que les ayudarán en su vida adulta y que no se relacionan con otros pequeños de su edad para desarrollar todas sus habilidades sociales. Desde 2007, los datos de este estudio no han mejorado de forma notable, es decir, que todavía queda mucho por hacer en este sentido, aunque la organización destaca un total de 17 países que, en casi 10 años, han reducido la cifra en casi un 90%. ¡Sin duda, una brizna de esperanza en el horizonte de los derechos sociales!
Oxfam Intermón, por ejemplo, ONG que trabaja en 92 países para abordar problemas internacionales, tiene a los derechos sociales como una de las líneas de trabajo más importantes en la organización, que se centra en ayudar a colectivos de riesgo a acceder a aspectos tan básicos como la educación.
Acciones de Oxfam Intermón en España para evitar la exclusión social
Oxfam Intermón trabaja para reclamar la puesta en marcha de una Ley Contra la Evasión Fiscal, que ayude a generar ingresos para todas las personas y que garantice financiación para las políticas públicas como la sanidad, la educación, la protección social y la cooperación. Esta ley tiene que contribuir a cerrar todos los resquicios de la elusión fiscal.
El objetivo es garantizar derechos fundamentales como la educación y la sanidad a toda la población, y en especial a los niños y niñas, que son un colectivo muy vulnerable. Desde la organización se promueven cambios que garanticen los derechos de los ciudadanos y ciudadanas y colectivos vulnerables, como:
- Aumentar el salario mínimo a 1.000 euros en España para mejorar la capacidad de compra
- Incrementar la ayuda al desarrollo al 0,4%
- Promover leyes contra la evasión fiscal para evitar la fuga de dinero a paraísos fiscales
- Establecimiento de una renta mínima para las personas más vulnerables
Gracias a la labor de la organización y de otras que trabajan por los derechos sociales, cada vez más países son más conscientes de la importancia de dar a los más pequeños la oportunidad de formarse como personas adultas que sean capaces de aprovechar sus conocimientos en su vida diaria. Con el trabajo constante de todas las entidades y el apoyo de personas comprometidas como tú, se espera que en los próximos años gran parte de esos 58 millones de niños y niñas que actualmente no disfrutan de una educación de calidad puedan tener acceso a los conocimientos que necesitan.