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Solemos pensar que los hábitos saludables son aquellos que se relacionan con la salud humana. Nos vienen a la mente prácticas como una alimentación sana, la práctica del ejercicio físico o la prevención de enfermedades. Sin embargo, lo cierto es que el término es mucho más amplio e implica a otros hábitos relacionados con el cuidado del medio ambiente y el aprovechamientos de sus recursos.
Es por ello que desde Oxfam Intermón hemos preparado una guía totalmente gratuita sobre trucos para llevar una vida eco-friendly, llena de consejos para adoptar hábitos saludables y sostenibles.
La manera en que hagamos uso de dichos recursos es lo que define nuestra relación con los ecosistemas. Es decir, nuestra conducta hacia el entorno en el que nos movemos, la cual debería estar marcada por valores éticos y de conservación.
El equilibrio en el medio ambiente
Los hábitos alimenticios y de consumo no sólo están ligados a la salud humana; también tienen que ver con el equilibrio de los ecosistemas y el cuidado de los entornos naturales. Son conceptos que guardan relación directa.
Todas las personas somos responsables del equilibrio medioambiental, que no es otra cosa que la promoción de prácticas para garantizar la armonía y la sostenibilidad de los componentes de los ecosistemas.
¿De qué forma podemos hacerlo? Existen múltiples acciones a través de las cuales podemos promover el cuidado de los ecosistemas. Aquí te damos algunas de ellas en áreas como los recursos, la alimentación, el consumo y la movilidad:
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Energía
Puedes regular la temperatura del aire acondicionado (26 grados) y el termostato de la calefacción (20-17 grados). También contribuyes al ahorro de energía con la sustitución de lámparas halógenas por otras de tipo LED (de bajo consumo) y adquirir electrodomésticos clase A+++. Encuentra más ideas para optimizar los recursos energéticos en tu casa en esta guía gratuita.
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Consumo colaborativo
Donar o cambiar cosas que ya no utilices. Lo que para ti ha dejado de tener una función puede ser de gran utilidad para otros. El consumo colaborativo se ocupa del intercambio de bienes que merecen una segunda oportunidad.
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Agua y residuos
El reciclaje es fundamental para la sostenibilidad de los ambientes. Además, puedes reducir la compra de bolsas plásticas en las cadenas de supermercados y evitar el consumo desproporcionado de papel; es mejor reciclarlo. Para reducir el consumo de agua en tu hogar, una buena solución es instalar griferías e inodoros de ahorro eficiente: ducha termostática, cisterna ahorradora, grifos con apertura central en fío o regulador de caudal, entre otros recursos.
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Empleo y economía
Infórmate de cuáles son las empresas partidarias de la responsabilidad social, el bien común y el comercio verde. Dichas empresas ayudan a la consecución de ambientes más sanos y armónicos. Trabaja con ellas y omite los servicios de aquellas a las que no preocupen estos asuntos. Si eres emprendedor y vas a crear tu propia empresa, ¡hazlo bajo los parámetros del emprendimiento verde y social!
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Alimentación y consumo
Un buen comienzo consiste en cambiar cinco de los productos habituales de tu compra por otros de certificaciones ecológicas. Lo puedes hacer una vez a la semana. Otra opción es el Comercio Justo, que está basado en adquirir productos elaborados de manera natural y en impulsar la labor de productores menos favorecidos.
No se trata de que no podamos beneficiarnos de los recursos y los medios de vida que el medio ambiente nos suministra. Se trata, por el contrario, de establecer con ellos una relación de sano intercambio, tanto si lo hacemos a nivel individual como colectivo. Los objetivos deben ser la sostenibilidad y la conservación.