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Un huerto urbano es una forma de cultivar tus propios alimentos sin necesidad de tener un terreno en el campo. Así, puedes utilizar diferentes partes de tu casa para conseguir buenos resultados. Cada vez es más habitual que las personas que viven en los grandes centros urbanos diseñen soluciones para restablecer su vínculo con la naturaleza y el medio ambiente. Una de dichas soluciones es la construcción de un huerto urbano.
Entre sus múltiples ventajas, los huertos fomentan el autoconsumo, generan conciencia sobre el buen uso de los recursos naturales y, asimismo, ayudan a reducir la huella de carbono en las ciudades.
Sin embargo, un huerto de estas características plantea varios retos para quien desee construirlo, entre ellos, el del terreno destinado al cultivo y la plantación de alimentos. Como mínimo, debes tener un jardín o un área disponible para ello.
¿No es tu caso? No te preocupes, existe otro recurso del que puedes echar mano aun cuando tengas esta limitación en casa: el huerto vertical. ¡Descúbrelo en las líneas que siguen!
¿Qué es un huerto vertical y qué podemos plantar en él?
Como su propio nombre indica, es un sistema de jardinería que nos permite cultivar plantas ornamentales o alimentos para el consumo en superficies verticales, como por ejemplo paredes, muros o vallas.
La gran ventaja de los huertos verticales es que no es necesario tener un terreno para su instalación, pues basta con disponer de una superficie vertical al aire libre que reciba luz solar durante algunas horas al día. ¡Encuentra la tuya!
Además, al igual que los huertos urbanos tradicionales, puedes construirlos a base de materiales o elementos reciclados, algo que sin duda beneficiará tu presupuesto. No tienes que desmontar su estructura con cada nuevo cultivo; puedes mantener la misma en cada nueva temporada del año.
¿Y qué puedes sembrar en ellos? Pues exactamente lo mismo que sembrarías en un huerto urbano horizontal, salvo que debes seguir algunas recomendaciones para que tu trabajo no se eche a perder y obtengas los resultados esperados. ¡Toma nota!
Consejos para la instalación de un huerto vertical
Parece difícil, pero en realidad no lo es. Para sembrar tu huerto vertical en casa sólo tienes que seguir estos cuatro consejos que nos recomiendan desde Agro Huerto:
1) Elige la superficie de tu huerto
El muro, pared o valla que elijas será la base de tu huerto vertical. Recuerda que esta superficie debe estar expuesta al sol durante algunas horas del día, aunque no siempre. Fíjate que tenga el espacio suficiente para distribuir las semillas que te propones plantar en el huerto.
2) Añade un módulo o una estructura
Hay dos maneras de adherir las macetas de tu huerto vertical: a través de un módulo o una estructura metálica o bien fijando directamente cada maceta a la pared.
3) Pon botellas recicladas
Hablando de elementos reciclados, una buena idea para elaborar las macetas de tu huerto es reutilizando botellas plásticas. Ábreles un hueco en una de sus caras y fíjalas a la pared del huerto. De este modo, evitarás la compra de nuevos materiales, como por ejemplo, plástico o cerámica.
4) Planta las semillas de los alimentos
Una vez hayas fijado las macetas al muro, rellénalas con compostaje y entierra bien las semillas. Debes regarlas una vez al día y sólo hasta que el sol se haya puesto; de este modo, evitarás la evaporación. No olvides poner especial cuidado durante los primeros 15 días.
Beneficios del huerto vertical
Antes de terminar, nos gustaría hablarte de algunas de las ventajas de instalar un huerto vertical en tu casa. ¡Toma nota!
- Te inicia en el autoconsumo: así sabrás de dónde vienen los alimentos que consumís y empezarás a llevar una dieta mucho más natural.
- Os une como familia: porque podéis organizar nuevas actividades tanto de plantación como de creación de más espacio.
- Es una actividad muy sana: que no solo estimula tu imaginación, sino que te permite hacer ejercicio al aire libre y mantenerte en actividad.
¡Tu huerto vertical está listo para que lo disfrutes! Ten en cuenta que los productos que hayas sembrado tardarán un tiempo en salir. Cuando eso pase, podrás consumir los alimentos que has plantado con tus propias manos y estarás contribuyendo al cuidado y la conservación del medio ambiente y a la mejora de tu entorno. ¿Te animas a hacerlo? ¡Cuéntanos tu experiencia!