¿Sabes qué es la sostenibilidad económica y conoces sus fundamentos? La sostenibilidad puede mirarse desde numerosos prismas, y no es un concepto que deba preocupar solo a los gobiernos y a las instituciones: también debería preocuparte a ti como persona solidaria que puede colaborar en la creación de un mundo mejor.
Si te ha entrado el gusanillo por saber más, en este post te contamos qué es la sostenibilidad económica y cuáles son sus principales características. Nos afecta a todos y a todas, ¡así que sigue leyendo!
La sostenibilidad económica y sus cinco bases
Antes que nada, debemos tener claro que la sostenibilidad económica implica un contexto social en el que exista el bienestar y un crecimiento económico que beneficie a toda la comunidad y que le ofrezca la oportunidad de ser feliz.
Como estarás imaginando, pues, la sostenibilidad económica tiene mucho que ver con nuestro día a día y con las acciones que realizamos y que influyen (¡y mucho!) en las otras personas. Estas son las bases sobre las que se sustenta:
- Lo importante no es solo la productividad y la competitividad. Aunque es evidente que los gobiernos deben preparar el terreno para que las empresas puedan desarrollarse, también hace falta que apoyen e inviertan en aquellos sectores que no son rentables para las empresas privadas (por ejemplo, algunos sectores energéticos) y que son necesarios para la sociedad, de forma que se cree un equilibrio.
- La apuesta por la eficiencia. Aprovechar al máximo los recursos que tenemos y cuidar los recursos escasos logra cumplir con otro de los pilares de la sostenibilidad económica, que es la eficiencia. Por ejemplo, usar con precaución los recursos naturales escasos como el agua nos permitirá garantizar un futuro para estos.
- El desarrollo de la innovación. La tecnología debe ir de la mano de la innovación para crear soluciones que sean sostenibles desde diferentes niveles: sociales, medioambientales y económicos.
- Los límites de los recursos. Los recursos renovables no deben utilizarse a un ritmo superior a su generación, lo que nos lleva a una limitación en el consumo: los recursos no renovables deben ser sustituidos paulatinamente por recursos renovables.
- La diferencia entre crecimiento y desarrollo. El crecimiento supone un aumento cuantitativo, sin embargo, el desarrollo supone la mejora de las cualidades. Ese desarrollo, además, debe ser sostenible en el tiempo desde un punto de vista económico, social y ambiental.
¿Qué puedes hacer tú?
Como decíamos antes, la sostenibilidad económica no solo depende de los gobiernos, sino que tus actividades diarias pueden contribuir a lograrla. ¡Tu aportación es fundamental! Para ello puedes adquirir medidas como las siguientes:
- Apuesta por el reciclaje. Se puede reciclar casi todo para darle un segundo uso: ropa, libros, juguetes, bolsas o muebles, entre otros artículos. De esta forma evitarás que se consuman más recursos para aumentar la producción.
- Compra productos de Comercio Justo. Las tiendas de Comercio Justo de Oxfam Intermón apoyan a pequeños productores de África, América Latina y Asia para que puedan entrar en el mercado internacional. Se trata de una iniciativa que busca asegurar la sostenibilidad y lograr la concienciación.
- Reduce el consumo de energía. El uso de energías renovables y la reducción del consumo te ayudarán no solo a gastar menos sino también a cuidar el entorno natural que te rodea.
Ya has visto que son muchas las opciones que tienes para implicarte con el medio ambiente, desde pequeñas acciones cotidianas que puedes realizar casi sin darte cuenta hasta otras que requieren una mayor implicación. Y tú, ¿qué haces en tu día a día para favorecer la sostenibilidad? ¡Cuéntanoslo!
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