La solidaridad digital es una forma de altruismo en la que se ayuda a los demás aprovechando las nuevas tecnologías, de esta forma el voluntariado se democratiza y las acciones son más sencillas y útiles. ¿Qué te dicen a ti las palabras voluntario o voluntaria?
Seguramente te vendrán a la cabeza una serie de conceptos asociados con la idea de personas comprometidas, que dedican parte de su tiempo libre a ayudar a los demás a través de las iniciativas articuladas por distintas ONG o que incluso se marchan lejos de sus fronteras para ayudar en la vida cotidiana de las personas que más lo necesitan.
Aunque todas estas ideas son correctas, también es cierto que hoy en día existen otras formas de colaborar en acciones solidarias que no implican un compromiso de movilización física –y que muchas veces no podemos asumir aunque nos gustaría– sino que se basan en un rol que podemos desempeñar sin movernos de casa gracias a internet. ¿Lo sabías? ¡Te contamos más acerca de la solidaridad digital!
Solidaridad digital: el poder de las redes sociales
Las redes sociales, por ejemplo, han reinventado la forma de poner en marcha campañas de activismo social. Sirven de altavoz para protestas de todo tipo, ayudan a difundir información y a hacerla viral, así como a denunciar comportamientos de empresas y gobiernos que resultan injustos, insolidarios o poco respetuosos con el medio ambiente, por lo que podemos considerarlas una forma de solidaridad digital.
Un caso conocido, por ejemplo, fue el de Greenpeace, que en marzo de 2010 denunciaba que Nestlé elabora el chocolate de la marca Kit Kat con aceite de palma, procedente de los bosques en los que vive una especie de orangután en peligro de extinción. ¿Y sabes qué pasó? Los usuarios no tardaron en posicionarse en contra de la marca en las redes sociales, ejerciendo una gran presión contra Nestlé, que finalmente anunció su ruptura de su acuerdo con la empresa que le proporcionaba dicho aceite de palma. Además, en 2013, la compañía anunciaba su nueva política de objetivos medioambientales.
De esta forma, un simple retweet, un like en Facebook o un comentario puede colaborar en la difusión de causas solidarias con más fuerza de la que podríamos imaginar en un principio. ¿Todavía dudas sobre nuestro poder como consumidores y consumidoras?
Las plataformas de peticiones
Otras plataformas, como Change o Avaaz, que lideran la solidaridad digital, acumulan firmas a favor de diversas causas, por ejemplo la educación alimentaria en los colegios, la toma de medidas ante la crisis migratoria del Mediterráneo o la construcción de delfinarios entre muchas otras. ¡Causas no faltan!
Cualquiera puede iniciar una petición con unos pocos clics de ratón. Gracias a la presión social que suponen han conseguido numerosos logros. Por ejemplo, gracias a este medio se ha conseguido que la UE recomiende la prohibición de tres plaguicidas específicos que causan riesgos para las abejas, gracias a los casi 3,5 millones de firmas recogidas. ¡Juntos podemos crear una inmensa cadena de valor para luchar por las causas que lo necesitan!
Solidaridad digital: Colaboración con ONG desde casa
Por último, hay muchas tareas que se pueden realizar desde el ordenador para colaborar con diferentes asociaciones. Todo depende de tus habilidades. Algunas de las tareas que se pueden realizar como cibervoluntario son las siguientes:
- Difusión de información
- Investigación y búsqueda de información
- Preparación de subvenciones y proyectos
- Traducción de documentos
- Respuesta a solicitudes de información
- Elaboración de programas formativos
- Formación on-line, tutorización, apoyo a la enseñanza de distintas materias
- Dinamización de foros
- Actualización de páginas web
- Redacción de artículos o notas de prensa
- Elaboración de materiales gráficos y multimedia
- Actualización de bases de datos
Existen distintas plataformas de solidaridad digital a las que puedes acudir para informarte y colaborar en la medida en que tus posibilidades lo permitan. Cruz Roja, por ejemplo, tiene su propia plataforma de voluntariado virtual, y no es la única. También hay otras pertenecientes a distintas instituciones y organizaciones. Incluso, nuestro país cuenta con una Fundación de Cibervoluntarios que coordina diversas actividades. La red te ofrece múltiples posibilidades de llevar a cabo iniciativas de voluntariado así como de hacer oír tu voz sobre causas que piden apoyo.
Ya has visto que para ser voluntario o voluntaria no es necesario irse demasiado lejos ni dedicarle todo el tiempo del mundo. Tan solo se trata de tener ganas de cooperar en algún proyecto y contribuir a darle forma, incluso sin salir de casa. Solo tienes que encontrar tu causa... ¡e implicarte en ella!