¿Quién no conoce la importancia de usar crema solar para proteger nuestra piel ante los rayos del sol? Sin embargo, quizá no nos hayamos planteado nunca qué efectos puede producir esa crema solar en el planeta. En especial, en los ecosistemas marinos.

Nueva llamada a la acción

Se ha comprobado que algunos protectores solares son dañinos para el medio ambiente. De hecho, según un estudio científico, uno de los componentes químicos incluido en algunas de las cremas que nos protegen del sol, llamado "Benzophenone-3" y que tiene como función filtrar los perniciosos rayos UVA, está afectando negativamente a los arrecifes de coral y, en general, al ecosistema marino. ¿Lo sabías?

Por motivos como este es esencial empezar a ser conscientes de que somos millones de personas las que abarrotamos playas y ríos durante los rigores del verano y de que una parte de esa crema solar acaba diluyéndose en el agua del mar. En otras palabras, el problema de superpoblación que sufre el mundo, unido al turismo masivo de sol y playa, produce contaminación marina debido a la cantidad de crema solar que usamos. Y a su composición, claro.

¿Quieres saber por qué y qué puedes hacer tú para evitarlo? ¡No te pierdas este post!

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Protector solar ecologico corales

Nueva llamada a la acción

¿De verdad un poco de crema puede hacer tanto daño?

Según el estudio citado, una sola gota de ese compuesto, el Benzophenone-3, diluida en seis piscinas olímpicas, ya podría dañar a los corales acelerando su blanqueamiento.

Pero hay otro dato: en playas de mucha afluencia (como las de Hawái) pueden llegar al mar 190 kilos de crema solar cada año. ¿Qué te parece esta cifra?

Por tanto, sí, la crema solar puede hacer mucho más daño a los ecosistemas marinos que el que podríamos pensar. Son miles las gotas de centenares de miles de bañistas que, durante varios meses y en algunas regiones, llegan al mar todo el año.

De hecho, Hawái ha prohibido ciertos tipos de cremas para preservar sus ecosistemas, las que contengan algunos de los siguientes compuestos: oxibenzona, octinoxato, dióxido de titanio o petrolatum. No es la única iniciativa que se está tomando para atajar este grave problema. También empresas dedicadas al turismo de aventura, como Big Blue Unlimited, o regiones netamente turísticas, como la Rivera Maya, en el Caribe mexicano, han prohibido las cremas solares perjudiciales para la fauna y flora marinas.

Cabe recordar que los corales son esenciales para la salud de nuestros mares. Alrededor de ellos viven millones de especies distintas que no podrían sobrevivir si los corales desaparecen. ¡Hay mucha vida en juego!

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Tipos de filtros solares

Antes de entrar plenamente en materia, debes saber que los protectores solares pueden usar dos tipos de filtros:

  • Físicos. Crean una especie de pantalla protectora entre los rayos perjudiciales del sol y la piel, reflejándolos. Técnicamente se llaman "filtros minerales". En realidad, no es muy diferente a vestir ropa para protegerse, ya que lo que hacen es impedir que los rayos lleguen a la piel. Normalmente se elaboran con óxido de titanio u óxido de zinc.
  • Químicos u orgánicos. Absorben los rayos de sol mediante un proceso químico. Por tanto, no los reflejan, sino que los asimilan. De este modo, lo habitual es que esa energía se transforme en calor.

Las cremas solares biodegradables deben contener filtros físicos, los del primer tipo. Al ser un componente mineral, del mismo modo que entra en el mar puede salir. En cambio, los filtros químicos son absorbidos por la fauna y la flora marinas, lo que puede alterar la composición de su cuerpo.

Obviamente, los demás componentes del cosmético también tienen que ser biodegradables, no solo los filtros. Cualquier crema que contenga los siguientes químicos es contaminante: octocrileno, benzofenona, butil metoxidibenzoilmetano, hexilodecanol, dimetil apramida, cetil dimeticona, metilparabeno, polietileno, propilparaben o butilcarbamato. Por tanto, te recomendamos leer la composición del protector solar antes de adquirirlo y comprobar que no está hecho con ninguno de esos componentes.

En todo caso, las organizaciones certificadoras hacen ese trabajo por ti y añaden su sello a los productos que son orgánicos o eco, lo que siempre te dará cierta seguridad de que lo que compras respeta el medio ambiente y tu cuerpo. ¡Aunque nunca está de más comprobarlo!

¿Tienen las cremas biodegradables la misma eficacia?

Sí. Lo que ocurre es que no todas ofrecen un factor de protección 50, que es el nivel en el que ningún rayo de sol afecta a la piel. Pero lo que es seguro es que el factor que se anuncia en el envase es el verdadero.

Por tanto, la eficacia de un protector normal y otro biodegradable es la misma. Con todo, existen cremas solares biodegradables de factor 50 (entre otras razones, porque son necesarias para los bebés), solo que no hay tanta oferta, resultan un poco más caras y serán visibles una vez extendida en la piel. En otras palabras, la única diferencia con un protector común es estética.

Protector solar ecologico

El problema es de tal envergadura que algunas ONG, como Friend of the Sea, dedicada a preservar los ecosistemas marinos y que certifica la pesca o playas sostenibles, ha testado y certificado una crema solar de la marca Safe Sea. Su nombre lo dice todo. Además, prometen que la crema también ofrece protección contra las medusas.

En todo caso, si quieres disfrutar de unos días de descanso en la playa dándote refrescantes zambullidas en el mar y relajantes paseos por la orilla al tiempo que cuidas tanto de tu piel como del medio ambiente, no podemos más que aconsejarte que elabores tu propio protector solar. De este modo, ¡te asegurarás de que no contiene ninguna sustancia dañina para los ecosistemas marinos!

Receta para elaborar un protector solar ecológico

Los ingredientes necesarios son los siguientes:

  • Aceite vegetal (a tu elección; puede ser de sésamo, de oliva, de rosa mosqueta o de aloe vera)
  • 30 g de cera de abeja
  • 30 g de manteca de karité
  • 1 cucharada de aceite de germen de trigo
  • 2 cucharadas de zinc

Pon al baño maría el aceite vegetal que hayas elegido, la cera de abeja y la manteca de karité hasta que quede una mezcla homogénea. Deja templar unos minutos y añade el resto de los ingredientes mezclándolo de nuevo todo bien. Trata de que la crema no quede muy espesa, pues al enfriarse se endurecerá un poco. Cuando se enfríe, métela en un bote.

Como has visto, la cosmética natural es menos agresiva con la piel, y, por tanto, la cuida más. De este modo, si no podemos evitar muchas horas de exposición solar, recomendamos protectores biodegradables que contengan óxido de zinc, que es un filtro físico de los rayos del sol. Son los que usan los alpinistas par proteger su piel. ¿El inconveniente? Que son visibles. Pero vale la pena si se trata de cuidar nuestra salud y el planeta, ¿no crees?

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