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Los problemas ambientales suelen afectar más a las áreas urbanas: las ciudades, sean más grandes o más pequeñas, concentran un mayor número de población y espacios industriales, producen más residuos, tienen un índice de vehículos más alto, los espacios naturales son más pequeños, el aire está contaminado, entre otras cuestiones. ¡Y todo esto, claro está, incide en nuestra salud y bienestar!
Principales problemas ambientales en las zonas urbanas
Desde hace algunas décadas existe una tendencia mundial a alza en lo que se refiere al desplazamiento de millones de personas desde las zonas rurales a las grandes ciudades en busca de oportunidades. Esta situación se hace más notoria en países y regiones con altos índices de desigualdad y pobreza.
La superpoblación en muchas capitales del mundo es ya una realidad, algo que no sólo preocupa desde el punto de vista demográfico sino también de sostenibilidad. Repasa algunos de los problemas medioambientales de las ciudades:
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Falta de zonas verdes
Las ciudades, en su mayoría, cuentan con pocos espacios verdes, especialmente aquellas con planificaciones urbanísticas más antiguas y, por tanto, menos preocupadas por la calidad del ambiente urbano y del planeta. Numerosos estudios, como este planteado por la ciudad de Burgos, defienden que los parques son esenciales para purificar el aire, aportan mayor calidad de vida y son espacios de interacción y relajación para los ciudadanos. Sin árboles y plantas no hay fotosínteis, de manera que el aire no se renueva y empeora su calidad: esto influye directamente en la salud de las personas y provoca, por ejemplo, enfermedades respiratorias.
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Contaminación acústica
Las fábricas, el exceso de vehículos, los centros comerciales, los locales de ocio nocturno… La exposición a un nivel de ruido demasiado alto y de forma continuada repercute en nuestros oídos, pero también en otros aspectos de nuestra vida: causa problemas coronarios, agresividad, problemas hormonales, entre otros.
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Contaminación visual
En las áreas urbanas se concentran un gran número de datos visuales: anuncios, carteles, escaparates… Y todos ellos hacen que nuestro cerebro se mantenga constantemente activo, lo cual puede desencadenar estrés o cefaleas. Ante ello, muchas ciudades en el mundo y en nuestro país, como es el caso de Ourense, trabajan insistentemente en diseñar normativas que garanticen un equilibrio de la comunicación visual con los espacios públicos en donde se exhiben.
Acumulación de basura y de aguas residuales
La acumulación de los residuos es un problema a tener muy en cuenta en las ciudades: una vez se deposita desde nuestros hogares, un fallo en su gestión puede acabar desencadenando problemas con insectos o roedores. Pero, yendo más allá, una mala gestión en las plantas de tratado de residuos puede acarrear terribles consecuencias para el entorno, tal como sucede con las aguas residuales, que muchas veces son vertidas en los ríos o en el mar. No obstante, este es uno de los problemas ambientales que más se ha frenado en las últimas décadas.
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Congestión de tráfico
El exceso de vehículos en las ciudades provoca problemas de contaminación del aire y empeora la calidad de vida de los ciudadanos: es causa de estrés y de diferentes problemas de salud, por lo que es uno de los problemas ambientales que más hay que tener en cuenta de cara al futuro. Las ciudades con más habitantes son, por defecto, las que más sufren estos problemas. Nueva York, Ciudad de México, Pekín o Río der Janeiro son algunos ejemplos claros de ello.
Las ciudades y áreas urbanas se ven expuestas a muchos otros problemas ambientales. Sin embargo, como casi siempre, en nuestra mano está tomar medidas para revertir, en la medida de lo posible, su impacto sobre nuestro entorno más inmediato. Hoy puede es buen día para empezar, por eso te damos algunas ideas. ¡Sigue leyendo!
Consejos para solucionar los problemas ambientales de tu ciudad
No obstante la gravedad de estos hechos, las ciudades y áreas urbanas se ven expuestas a otros problemas ambientales. Como casi siempre, en nuestra mano está tomar medidas para revertir, en la medida de lo posible, su impacto sobre nuestro entorno más inmediato. Hoy puede es buen día para empezar a tomar partido; por eso te damos algunas ideas. Toma nota de ellas:
- Apuesta por desplazarte en transporte público o, siempre que te sea posible, en bicicleta o a pie.
- Exige al ayuntamiento de tu ciudad que tome medidas para regular los vertidos y emisiones de las industrias cercanas.
- Ahorra energía de cualquier tipo. Aunque la energía eléctrica no implica directamente un proceso de combustión, su producción sí que la precisa en el caso de las centrales térmicas. Fomenta el ahorro de energía mediante los sistemas de regulación de la temperatura de los edificios, el aislamiento térmico y el rendimiento de las calefacciones.
- No practiques conductas ruidosas en casa: gritos, taconeos, portazos, utilización de electrodomésticos en períodos de descanso.
- Reclama una buena gestión de las zonas verdes, con especies autóctonas que mantengan el ecosistema.
- Utiliza materiales biodegradables siempre que tengas oportunidad de ello.
- Practica un consumo responsable y recicla lo que puedas.
Hay muchas más cosas que puedes poner en práctica (¿cuántas más se te ocurren?) sin que supongan ningún esfuerzo extra en tu día a día, y pueden llegar a tener muchísimos efectos beneficiosos sobre la ciudad y sobre sus habitantes: ¿te imaginas que todo el mundo fuera al trabajo en bicicleta o caminando? Es cuestión de salud pero también de conciencia mediambiental: si el planeta está sano, nuestra salud estará a salvo. ¿Todavía te quedan dudas?