Al pensar en el ahorro energético en el hogar, es probable que lo relaciones directamente con el ahorro económico, ¿nos equivocamos? Sin embargo, existe, además, un importante componente, que es el cuidado del medio ambiente y del entorno natural en el que habitamos. ¡Ambos son imprescindibles para nuestra supervivencia y bienestar! Así que... ¿ya sabes cómo ahorrar energía en casa?
Como imaginas, hay diversas razones para cuidar el gasto que realizamos de energía y se resumen, esencialmente, en las siguientes:
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- Agotamiento de energías no renovables. La energía derivada de combustibles fósiles como el carbón o el petróleo se termina porque el consumo aumenta rápido y tarda miles de años en regenerarse.
- Impacto ambiental. Muchas de las cosas que hacemos, como conducir un coche, tirar algo a la basura o utilizar la calefacción de gas, producen un impacto ambiental que es necesario reducir si queremos que las generaciones futuras vivan en un planeta sano.
- Riesgos derivados de la dependencia de energías no renovables. Si toda la energía que utilizamos deriva de fuentes de energía no renovable, tendremos una dependencia energética que podrá verse afectada por la finalización de los recursos y que puede tener, inclu so, un impacto económico y social.
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Frente a esta situación, tú puedes hacer mucho desde tu propia casa, ¡Descubre cómo!
¿Qué puedes hacer para lograr el ahorro energético en el hogar?
Ahorrar energía requiere cambiar una serie de hábitos y modificar determinados aspectos en nuestro hogar que harán que las facturas de suministros como el agua, el gas o la electricidad se reduzcan y que nuestro impacto ambiental sea inferior. ¿Quieres empezar ya? ¡Toma nota de los siguientes consejos!
- Aísla tu casa. De nada sirve que utilices energías renovables o que adoptes otras medidas si tu casa no está bien aislada y tiene fugas de calor y de frío. Revisa las paredes y las ventanas para analizar si el aislamiento está funcionando bien o hay que cambiarlo.
- Utiliza electrodomésticos y calefacción eficientes. Cuando compres electrodomésticos, fíjate en que la etiqueta energética sea A+, A++ o A+++. De esta forma, ahorrarás en el consumo.
- Revisa la potencia eléctrica. La factura de la luz tiene una parte fija, que es la potencia contratada, y una parte variable, que es el consumo. Revisa tus facturas para ver si puedes reducir la potencia y pagar menos cada mes.
- Apaga las luces y los aparatos en stand by. Parece obvio, pero muchas veces llegamos a casa y dejamos todas las luces encendidas por donde pasamos, o salimos de casa y el ordenador y la televisión, por ejemplo, se quedan en stand by y siguen consumiendo. Cambia tus costumbres, apaga las luces cuando no las uses y desenchufa lo que no estés utilizando.
- Instala reguladores de caudal en los grifos. El mantenimiento es sencillo y podrás reducir el consumo de agua en el baño, en la cocina o en el jardín de tu casa.
- Cambia las bombillas incandescentes por bombillas de bajo consumo o bombillas LED: son más eficientes y consumen menos.
- Instala un sistema domótico. La domótica te puede ayudar a lograr el ahorro energético en el hogar de forma sencilla y tiene muchas utilidades, como la gestión de los electrodomésticos o del apagado y encendido de las luces, el control de la calefacción o del aire acondicionado o la seguridad.
¿Y en tu casa, qué medidas adoptáis para contribuir al ahorro energético? ¿Nos las cuentas?
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