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Desgraciadamente, muchas familias viven en situación de pobreza energética en España. Y esto se acentúa aún más en los días más fríos del invierno. Para empezar, te diremos que se considera que un hogar sufre pobreza energética cuando no es capaz de satisfacer unos mínimos en cuanto a los servicios de energía que cubren sus necesidades básicas.
En este caso, por ejemplo, según la Organización Mundial de la Salud (OMS), la temperatura que deberíamos tener en nuestras casas es de entre 18 y 21 grados en invierno y unos 25 grados en verano. Pero esto es solo la punta del iceberg. ¡Te contamos todo lo que la pobreza energética esconde!
Incidencia de la pobreza energética en España
Según los datos que nos ofrece el 4.º Estudio sobre Pobreza Energética en España realizado por la Asociación de Ciencias Ambientales (ACA) en 2018, el 15% de los hogares de nuestro país está sufriendo temperaturas inadecuadas o se está retrasando en el pago de las facturas de energía, o ambas.
Esto supone que unos 6,8 millones de personas sufren pobreza energética o están en riesgo de sufrirla. De las ellas, 2,8 millones tuvieron dos o más retrasos en el pago de sus recibos del último año.
¡Pero hay más! El estudio también nos muestra el índice de pobreza energética por comunidades autónomas:
Comunidades autónomas con peores datos
- Castilla La Mancha
- Andalucía
- Murcia
- Comunidad Valenciana
Comunidades autónomas con los datos más favorables
- País Vasco
- Castilla y León
- Aragón
- Madrid
Esto indica que el clima no es un factor determinante para sufrir pobreza energética. Otras cuestiones, como la situación laboral y el tipo de contrato, el nivel educativo, el estado civil, el país de origen, la salud de los habitantes de la casa o la percepción de ayudas sociales están más relacionados con la vulnerabilidad de los hogares.
¿Cuáles son los hogares más vulnerables a la pobreza energética?
Existen varios grupos sociales en riesgo, pero hay dos que sufren especialmente una enorme vulnerabilidad ante la pobreza energética. Son los siguientes:
- Familias monomarentales. Son hogares formados por una madre sola y uno o más menores, lo cual deja ver que existe una feminización de la pobreza energética.
- Personas mayores que viven solas. Este grupo va en aumento, ya que la población española está envejeciendo al mismo tiempo que tenemos la tasa de natalidad más baja de los últimos años.
En la última década, la pobreza energética no paró de aumentar en los hogares con rentas más bajas, como consecuencia de la crisis económica. Además, el hecho de que España tenga la factura de energía doméstica más cara de Europa favorece el aumento de la pobreza energética y las desigualdades.
Según indica la ACA, vivir en un hogar sin las condiciones de temperatura adecuadas tiene consecuencias sobre la salud física y mental de las personas y, es más, podría ser causa de muerte prematura.
Además, aunque el nuevo bono social eléctrico puede ser de ayuda en algunos casos, no cubre a todos los hogares que en la actualidad están sufriendo la pobreza energética, puesto que solo tiene en cuenta las rentas y no sirve para los hogares con otras fuentes de energía.
A pesar de todo esto, el informe de 2018 basado en datos de 2016 muestra un leve descenso en la tasa de pobreza energética en España con respecto a los informes de los años 2015 y 2016. ¡Pero la buena noticia sería que esta tasa desapareciera! ¿Permaneceremos de brazos cruzados?
Material complementario
Viral
Organización Mundial de la Salud (OMS)
Informe sobre pobreza energética en España 2018
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