Caminar es una actividad gratificante y excelente para la salud. Sin embargo, recorrer los 100 kilómetros del Trailwalker que organiza cada año la ONG Oxfam Intermón en Madrid y Barcelona puede además cambiar vidas.
Puedes caminarlos o puedes correrlos, y con el entrenamiento y la ilusión suficientes puedes conseguirlo. Pero si no te atreves con ninguna de las dos cosas porque 100 kilómetros te parecen muchos, te necesitamos de todas formas. Puedes vivir la experiencia colaborando como equipo de apoyo de los corredores, como voluntario o voluntaria de la organización o donando tu pequeño granito de arena a alguno de los equipos de cuatro personas que harán el recorrido para que puedan recopilar los €1,500 necesarios para participar, y entre todos ayudemos a mejorar las vidas de otros.
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100 km, 1 causa: acabar con la pobreza
Las razones por las que se puede participar en la intensa experiencia que supone el Trailwalker son de lo más variadas, pero se concentran en una sola: caminamos o corremos por diversión para que otros puedan dejar de hacerlo por obligación. Nos referimos a todas las personas en situación de pobreza que no tienen acceso al agua, unas 700 millones en todo el mundo. Muchas tienen que andar durante 5 o 6 horas para conseguirla y otros 1.800 millones solo pueden consumir agua contaminada. Otros tienen que recorrer decenas de kilómetros andando para recibir educación o acceder a un trabajo. ¿El reto del Trailwalker? Acabar con esta situación.
Desde la primera edición, que tuvo lugar en 2011, se han formado 1.133 equipos y se han recaudado más de 2,5 millones de euros. Dinero que se ha podido destinar a los proyectos de Oxfam Intermón, proyectos que trabajan para acabar con la pobreza.
Más razones para participar
"Cada vez que veo una oportunidad de colaborar con una buena causa intento aprovecharla. Además, era la excusa perfecta para lanzarme a por los 100km, una distancia que tenía muchas ganas de completar". Así nos lo contaba Alma Obregón, repostera, vegetariana y adicta a correr. Para Alma, "tomar la salida en el Trailwalker ya es una victoria".
Carme Colomo, miembro del equipo Aloges, se lo tomó como un reto personal tras ser diagnosticada de un tumor maligno en el pecho. El primer año no pudo hacerlo y participó como equipo de apoyo, pero el segundo se animó. Correr en el Trailwalker es solo un ejemplo más de la lucha a la que se enfrenta cada día. Un ejemplo de sentido del esfuerzo y de superación.
Gabino, socio de Oxfam Intermón, nos cuenta que llamó a su equipo Ubuntu, un concepto que en suajili significa “existo porque tú existes”. Él y los amigos con los que ha formado su equipo creen que otro mundo es posible y para ellos el primer reto es el solidario y el segundo el deportivo.
Estos son sólo algunos testimonios que puedes encontrar en “Mis kilómetros cambian vidas”. Si aún necesitas más razones para participar en el Trailwalker, ya sea como equipo corredor, equipo de apoyo, persona voluntaria o realizando un donativo, échale un vistazo a estos 100 testimonios. ¡Su imagen vale más que mil palabras y, su ejemplo, toda la solidaridad del mundo!