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La tierra y el suelo son la base de la agricultura: aquí nacen los alimentos vegetales que consumimos y, por supuesto, los cereales y pastos que consume el ganado. Por tanto, cuidar su estado es fundamental para garantizar el futuro alimentario del planeta y es totalmente necesario empezar a aplicar medidas de desarrollo sostenible que eviten su degradación. Pero... ¿podemos hacer algo?
Actualmente, las amenazas a las que se ve expuesta la tierra son tan grandes que ponen en peligro la viabilidad para producir alimentos en un futuro no muy lejano: la sobreexplotación, un uso insostenible y una mala planificación son los tres factores clave que están poniendo en peligro al mundo entero. Personas, animales y plantas dependen directamente de la tierra para sobrevivir, pero la tierra también juega un papel importante en el suministro de agua limpia, de diferentes materias primas y de la supervivencia de la biodiversidad. ¡Todos somos uno!
Por este motivo, hoy queremos explicarte 4 prácticas de desarrollo sostenible que puedes incorporar a tu día a día para proteger el suelo de su degradación y preservarlo para el futuro.
Claves para entender las prácticas de desarrollo sostenible
Antes de ofrecerte algunas propuestas que te ayudarán a cuidar del medio ambiente, queremos explicarte qué son las prácticas de desarrollo sostenible para que tengas en cuenta su importancia. ¡Toma conciencia!
¿Qué son?
Se trata de aquellas prácticas que permiten un crecimiento a nivel económico y social más responsable o respetuoso con el planeta, pues facilitan que se pueda hacer un uso sostenido de los recursos y cubrir las necesidades actuales del ser humano sin que, por ello, las generaciones futuras se vean perjudicadas.
¿Cuál es su objetivo?
Su finalidad es respetar los ecosistemas permitiendo su recuperación biológica. De este modo, no consumiremos todos los recursos naturales sino que haremos posible su regeneración.
El desarrollo sostenible
La Organización de las Naciones Unidas para la Alimentación y la Agricultura (FAO), al explicar el concepto de desarrollo sostenible, nos ofrece una serie de datos a tener en cuenta:
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Los recursos naturales no deben ser explotados.
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No pertenecen en exclusiva a una minoría dominante.
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La calidad de vida del ser humano no puede lograrse en detrimento de los ecosistemas.
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Es necesario un cambio de valores. Por ejemplo, entender que el medio natural no pertenece en exclusiva al ser humano.
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El desarrollo sostenible favorece una sociedad justa en la que haya una redistribución equitativa de los recursos.
Es tan relevante alcanzar un desarrollo sostenible, que existe, por ejemplo, una división de Desarrollo Sostenible de la ONU, subordinada al Departamento de Asuntos Económicos y Sociales de este organismo, que trabaja para impulsarlo. Además, las Naciones Unidas han fijado 17 Objetivos de Desarrollo Sostenible que nos permitirán preservar los recursos naturales o vivir en un mundo más igualitario. ¡Conócelos!
El desarrollo sostenible ni es una utopía ni una cuestión exclusiva de los gobiernos. ¡Solo tú decides cómo implicarte!
Prácticas de desarrollo sostenible para proteger el suelo y la tierra
1. Apuesta por cultivos orgánicos y ecológicos
La agricultura industrial está causando verdaderos estragos sobre el suelo: una explotación total o el uso abusivo de pesticidas y de productos químicos son algunos de los factores que más dañan la tierra. Decantarte por cultivos orgánicos es una excelente opción para protegerla, porque estarás eligiendo productos que se han cultivado de forma respetuosa y no dañina para el medio. ¡Empieza por tu terraza o balcón!
2. Exige propuestas alternativas en tu supermercado
Si en tu tienda habitual te cuesta encontrar productos de origen ecológico, házselo saber y reclama que incorporen este tipo de productos a su oferta. Darles visibilidad es la única manera de conseguir que se conviertan en una alternativa real a los cultivos industriales.
3. Preocúpate por el entorno de tu ciudad
Adopta una actitud responsable con los deshechos: lo primero que puedes hacer es consumir con responsabilidad y evitar la compra por impulso de productos que no necesitas. En segundo lugar, recicla papel, plástico y vidrio y recuerda que hay puntos verdes en todas las ciudades que recogen y reciclan electrodomésticos, aceite, pilas, etc. Puedes informarte en la oficina de atención al ciudadano de tu Ayuntamiento. También puedes dar un paso más participando en una brigada ambiental o en jornadas de limpieza de tu entorno. Las políticas de desarrollo sostenible deben profundizar en el vertido de residuos en las ciudades, y una manera de colaborar es manteniendo limpios los parques y bosques cercanos a tu ciudad: ayuda a recoger plásticos, metales o vidrios, involúcrate en las campañas de sensibilización, participa en jornadas de reforestación… ¡cada pequeña acción cuenta!
4. Evita verter productos químicos
Si tienes jardín, intenta evitar el uso de pesticidas y, por supuesto, procura no verter agua con jabón u otros productos químicos a la tierra. Se filtran y modifican su PH, dificultando la supervivencia de las plantas; es mucho mejor utilizar el sistema de drenaje urbano para deshacerte del agua que has utilizado para fregar la terraza. ¡Pónlo en práctica!
Como ves, tienes muchas opciones al alcance de tu mano que pueden servir para proteger la tierra y evitar su degradación total. Aplicarlas no te costará prácticamente nada, y entre todos y todas podemos conseguir importantísimos cambios a largo plazo. ¡Mójate por un mundo más verde y sostenible!
Cuidar de la salud del planeta es responsabilidad de toda la ciudadanía. Si goza de buena salud, todos los seres vivos disfrutaremos de una vida más plena y saludable. Respeta tu entorno, vivamos en armonía.