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Las diferencias entre hombres y mujeres siguen siendo abismales en muchas partes del planeta: menos educación, peores trabajos y salarios más bajos son solo algunas de las lacras que perduran hoy día en esta materia.
Por este motivo, es importante luchar para conseguir un futuro en el que las mujeres vivan en las mismas condiciones que los hombres.
Las mujeres son las que pueden marcar una gran diferencia en su comunidad, en sus hijos e hijas, en sus madres y padres y en su vecindario. Muchísimas veces son ellas quienes acaban liderando el cambio y pasándolo a otras generaciones. ¿Nos acompañas a descubrir tres ejemplos?
Las Naciones Unidas y otros organismos internacionales llevan décadas señalando el importante rol que desempeñan las mujeres en determinados países, especialmente en aquellos lugares con necesidades estructurales. Nada nuevo, ¿verdad?
En muchos de casos, por ejemplo, soportan gran parte de la carga productiva de sus familias o comunidades, y asumen la gestión de los recursos.
Aparte, su papel es todavía más relevante si tenemos en cuenta que tradicionalmente han sido las encargadas de labores ligadas al avance de sus comunidades, por ejemplo, la alimentación y la educación de los hijos e hijas.
De ahí la importancia no solo de apoyar las iniciativas que refuercen su rol productivo, social y emprendedor, sino también otras ligadas al respeto de sus derechos básicos, al libre desarrollo de su personalidad y, claro está, a la igualdad de género.
Mujeres en igualdad: tres mujeres que cambian el mundo
Estas tres mujeres que citamos a continuación son solo tres ejemplos de tantos otros que podríamos ponerte: mujeres que luchan por mejorar su futuro y el de sus comunidades; que solo necesitan un pequeño empujón para adueñarse de su vida, liderarla sin tener que depender siempre de los hombres. Recuerda: sin mujeres en igualdad el mundo no avanzará. Empecemos:
Aminata Wone
“Si no ayudamos a las mujeres, África no saldrá nunca de la pobreza”. Aminata tiene las ideas muy claras, sabe que las mujeres son piezas clave para el desarrollo de su país y que sin ellas no habrá progreso ni para África ni para el mundo.
También sabe que la situación de las mujeres en Mauritania, y en África en general, es difícil, pero no por ello pierde la sonrisa: como responsable de la ONG AMAD, buena parte de su trabajo consiste en escuchar a las mujeres de su comunidad y convencerlas para que se sumen a las cooperativas de la ONG, donde reciben formación para mejorar sus cultivos y su ganado. De esta manera, ellas consiguen adueñarse de su futuro y mejorar la vida de sus familias y de su comunidad. En Mauritania son las mujeres quienes trabajan el campo, quienes recogen la leña y quienes caminan kilómetros para conseguirla. Las condiciones son duras, pero Aminata sabe que, ellas son el motor del cambio. ¿Lo habías puesto en duda?
Teresa Moreno
Como tantas otras personas, Teresa llegó a España dejando atrás a su familia con la esperanza de encontrar las oportunidades que no tuvo en su país natal, Ecuador. Y como tantas otras personas, pronto empezó a vivir la desesperación de no tener unos papeles con los que conseguir un contrato laboral digno.
Fue entonces cuando comenzó su periplo trabajando como empleada del hogar, una ocupación en la realizaba labores que iban desde hacer la compra hasta cuidar a ancianos o niños. Y todo a cambio de un salario mísero con el que subsistir. Después de conocer el centro Pueblos Unidos, que ofrece soporte a mujeres que se encuentran en la misma situación que Teresa, decidió emprender su propia batalla personal: luchar por conseguir derechos laborales para las trabajadoras domésticas que se ocupan sin contrato. “No queremos que nos regalen nada. Solo queremos que se cumpla nuestro derecho a un trabajo digno”. Para Teresa, solo así acabarán los contratos abusivos en este sector y la explotación de las mujeres sin papeles en diferentes ocupaciones.
Darem Yelesh
Como en tantos otros pueblos de Etiopía, en donde vivía Darem no había agua potable y las mujeres y niñas debían caminar durante kilómetros para que sus familias pudieran beber y cocinar. Más de dos horas diarias que debían sumarse a otras tareas femeninas, como por ejemplo, recoger leña, cuidar las gallinas o cultivar la parcela familiar.
Pero un día, la asociación Acts of Compassion y Oxfam Intermón llegaron al pueblo de Darem para construir un pozo. Y no solo eso: también crearon un comité de agua para gestionarlo y mantenerlo. Darem fue elegida como miembro de este comité y, después de formarse, empezó a promover buenas prácticas de higiene en su comunidad. “Aquí muchas personas sufren enfermedades derivadas de beber agua en mal estado. Como no tienen dinero para ir al médico van a trabajar en estado muy débil. Ahora están sanos, su productividad es mayor y tienen más ingresos”, explica convencida. El agua es vida, y Darem sabe que sin agua no hay salud.
¿Cómo sumarte a iniciativas como las de Darem, Teresa o Aminanta?
Si quieres apoyar a más personas como Darem, Teresa o Aminata, puedes informarte sobre los diferentes proyectos que las ONG tienen en marcha. Un ejemplo de ello es la iniciativa Avanzadoras, de Oxfam Intermón.
Colaborando con este tipo de programas estarás contribuyendo a que haya más mujeres en igualdad en el mundo: ellas son el motor y el futuro de nuestra sociedad y es nuestro deber velar por su bienestar en todos los rincones del planeta.
¡Empieza hoy contribuyendo a su causa: infórmate de las campañas que llevan a cabo las ONG de nuestro país y comprométete con ellas! Mientras haya desigualdades por combatir, tu colaboración seguirá siendo necesaria.