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Las temperaturas no paran de subir. Llega el verano, y con él un cambio de hábitos, que implican también un cambio en la alimentación. Tanto las necesidades de nuestro cuerpo para hacer frente a la estación del calor como el hecho de que pasamos más tiempo al aire libre que en otros momentos del año, nos obliga a replantar la dieta de toda la familia.
Queremos que nuestros pequeños sigan teniendo el aporte necesario de energía y vitaminas. A esto le añadimos que consuman los suficientes líquidos para no deshidratarse mientras juegan con sus amigos y amigas bajo las altas temperaturas. ¿Cómo conseguirlo? ¡Te presentamos algunas ideas que te ayudarán a configurar el menú de tus hijos e hijas este verano!
Introduce frutas con mucha agua
Aprovecha los tentempiés y las meriendas que les preparas para introducir frutas que contengan más agua como las naranjas y, especialmente, la sandía y el melón.
Inventa los polos de frutas
Tienes dos opciones, o comprar polos prefabricados o hacerlos tú en casa. Esta segunda opción es sin duda la más saludable, ya que evitas los azúcares añadidos y sabes exactamente lo que están comiendo tus hijos. Para ellos sigue siendo un rico helado, para ti, es un aporte más de vitaminas y agua en su dieta. Además, son muy fáciles de preparar.
Optar por comidas frescas y ricas en vitaminas
Ensaladas, cremas frías de verduras e incluso el gazpacho pueden ser grandes aliados para este verano. Al gazpacho le puedes añadir un picadillo de jamón, huevo y picatostes, para tener una buena cantidad de proteínas e hidratos junto a los beneficios que te proporciona el tomate y el pepino. Además, puedes innovar en tu receta haciendo gazpacho de sandía, de fresa o de cereza.
Más antioxidantes para combatir la radiación solar
La inclinación de la Tierra respecto del sol hace que en verano los rayos lleguen más directamente y constituyan un potencial peligro para la salud. Por eso, protege a tus hijos e hijas del sol en lugares resguardados y con crema de protección solar. Además, aprovecha para introducir en la dieta alimentos que tienen más cantidad de antioxidantes para compensar esos efectos nocivos del sol. El kiwi es uno de ellos, parte del conjunto de alimentos con alto contenido en vitamina C. Los alimentos ricos en vitamina E también ayudan a combatir la radiación, como los frutos secos y los vegetales de hoja verde. Además los pescados azules ayudan a mantener la piel hidratada, debido a su contenido en ácido oleico.
Evita los refrescos azucarados
Harán que tus hijos o hijas sientan más sed y quieran beber más, lo que les perjudica porque contienen gran cantidad de calorías extras.
Combate la falta de apetito
Con el calor, los niños y niñas pueden perder las ganas de comer. El verano nos ofrece platos coloridos de los que difícilmente disfrutaremos en otra estación. Jugar con los colores y las texturas en los platos aumenta las ganas de disfrutar de las comidas entre los más pequeños. Una crema de vegetales no apetece ni sabe igual con picatostes que sin ellos. Del mismo modo, una ensalada será más apetecible cuantos más vegetales de distintos colores contenga, lo que aumentará, a su vez, su aporte de vitaminas.
Más agua
La FAO recomienda 8 vasos de líquido al día. Además mantiene que con el elevado calor, el desgaste a través del sudor hace que sea necesario beber incluso más para reponer el agua que se ha perdido. Recuerda a tu hijo o hija ir bebiendo cada poco rato, para que lo incluya como una costumbre y de esa manera pueda mantener la hidratación durante todo el día.
El verano es la estación perfecta para salir al campo y pasar la mayor cantidad de tiempo posible al aire libre, disfrutando de la naturaleza y de las actividades de ocio en ella. En estos momentos, los alimentos frescos y equilibrados nos proporcionarán grandes dosis de placer al mismo tiempo que nos protegen y ayudan a nuestros hijos e hijas a desarrollarse sanos y fuertes. Experimenta con las frutas y verduras, prueba nuevas combinaciones de colores y sabores y verás cómo ellos y ellas te lo agradecen.