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¡Por fin llegaron las vacaciones! Pero hacer la maleta para irse a algún lado no significa renunciar a los hábitos de vida saludables que tenemos en nuestra rutina diaria. Al contrario, disponer de más tiempo libre nos permite profundizar en esos hábitos que mejoran nuestra calidad de vida e incorporar algunos nuevos que en otros momentos del año no podemos hacer por falta de tiempo. ¿No sabes por dónde empezar? ¡Sigue leyendo!
Hoy te proponemos algunas ideas para aplicar una serie de hábitos lo más saludables posibles en tus siguientes vacaciones:
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Elige destinos saludables
El ecoturismo está de moda y además, es bueno para ti y para el planeta. Según la OMT, este sector puede suponer un buen camino hacia la economía verde. Implica no solo realizar escapadas rurales, sino elegir hoteles con esa filosofía de sostenibilidad. Ya hay muchos que incorporan en su gestión toda una serie de buenas prácticas, como abastecerse mediante energías renovables, evitar el uso de recipientes no reciclables u obtener sus alimentos básicos de huertos ecológicos propios o de su entorno cercano.
Una opción a tener en cuenta es elegir como destino alguno ubicado dentro de alguna de las múltiples reservas de la biosfera de las que podemos disfrutar en nuestro país. Estos lugares permiten “vincular la conservación del medio ambiente con un desarrollo económico y humano sostenible”, al mismo tiempo que proporcionan a los turistas un entorno inigualable para descubrir la naturaleza. ¡Vacaciones responsables en un hábitat sostenible!
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Planea unas vacaciones activas
Deja el estrés en casa y planea unas vacaciones activas pero relajadas. Tienes dos opciones, una es reproducir en tus días de ocio el mismo calendario apretado que tienes cuando vas a trabajar. Tu otra opción es hacer un listado de posibles actividades saludables y divertidas y elegir cada día la que más os apetezca a toda la familia.
Desde un paseo por el monte (actividad moderada) con picnic incluido a paseos a caballo o actividades solo aptas para los más intrépidos, como escalada, barranquismo o rafting, los destinos rurales ofrecen un montón de posibilidades, generalmente mucho menos masificadas que los destinos urbanos más populares.
Puedes incorporar también a esta lista actividades solidarias como un día de voluntariado en alguna asociación local, y de sensibilización con el medioambiente, como una excursión para repoblar el monte o realizar avistamiento de aves. Si no os podéis estar quietos, ¡esta es vuestra opción!
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Come mejor y más despacio
Aunque en nuestro día a día intentamos comer de forma cada vez más sostenible, incorporando alimentos ecológicos y de Comercio Justo en nuestra dieta tanto como podemos, muchas veces las obligaciones laborales nos obligan a improvisar, comer fuera de casa y descuidar los buenos hábitos.
Las vacaciones de verano son el mejor momento del año para reducir nuestra velocidad en esta carrera a contrarreloj en la que parece que vivimos, y empezar a comer más despacio.
Disfruta con tranquilidad del placer de una buena comida, cocinada también en base a la filosofía de movimientos como el slow food, que plantean liberarse de la velocidad del mundo para encontrar momentos en los que podamos reencontrarnos con nosotros mismos y reflexionar sobre nuestra vida y nuestro entorno.
Para movimientos como este, la calidad alimentaria es un exponente de la calidad de vida, y por eso defienden las diferencias culturales territoriales y regionales. Durante nuestras vacaciones, podemos optar por establecimientos respetuosos con la cadena de producción de los alimentos, o simplemente por aquellos que promueven la gastronomía tradicional, para descubrir los sabores locales que convierten cada pueblo en un lugar único. Hagamos de la comida un ritual: ¡cada momento es especial para disfrutarlo!
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Ten cuidado con el sol
En contacto con el sol se debe llevar la cabeza cubierta, usar camiseta y gafas de sol. Como nos recomiendan desde la Organización Mundial de la Salud, además, si la piel se expone directamente al sol debe usarse un fotoprotector adecuado para tu tipo de piel y aplicarlo generosamente media hora antes de la exposición solar. Después de tomar el sol, deberás aplicarte una crema hidratante que te ayude a mantener la piel hidratada. No olvides beber agua en esta época del año y evitar la sudoración que puede conducir a la deshidratación. ¡Llévate este consejo allí donde vayas!
¡Que los días de vacaciones no se conviertan en un bucle de caos y descontrol! Ahora es un buen período para retomar aquellos viejos hábitos que la vorágine del día a día no te permite. Párate un segundo, reflexiona y decide cómo quieres pasar tus días de descanso: activándote al máximo o descansando lejos del bullicio. Desconecta y coge fuerzas para la vuelta. Eso sí, sin olvidar que el entorno natural, habitado de forma responsable, te regala siempre uno de los mejores escenarios posibles. ¡Aprovéchalo!