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¿Qué te parecería una escuela en la que no hay diferencias de género, en la que la tecnología se utiliza como una herramienta educativa o en la que se realiza un aprendizaje personalizado?
No dudamos de que las innovaciones educativas, especialmente en primaria, pueden crear personas con mentes más abiertas y con valores para enfrentarse al futuro que les espera. ¡Te contamos cómo!
En la escuela actual, la memorización de contenidos de literatura, matemáticas, lengua y otras asignaturas ha quedado atrás, y el avance de la tecnología ha supuesto la necesidad de implantar innovaciones educativas en todos los niveles de la escuela.
La innovación no solo proviene del uso de las tecnologías, sino que puede derivar también de nuevos métodos de aprendizaje. ¡Conócelos!
¿Qué innovaciones educativas se aplican?
Desde que somos niños y niñas aprendemos habilidades que utilizaremos cuando nos convirtamos en personas adultas, de modo que la escuela tiene un papel fundamental. ¿Pero de qué manera se aplica la innovación en el ámbito educativo? ¡Te traemos algunos ejemplos!
El aprendizaje de la colaboración
En el mundo laboral nos enfrentamos continuamente a tareas en las que tenemos que colaborar con otras personas, por lo que la empatía y la asertividad son habilidades que nos ayudarán a coordinarnos y a trabajar en equipo.
Por ese motivo, en las escuelas de primaria se fomenta la realización de trabajos en grupo para que el alumnado aprenda a coordinarse y a enriquecerse de las diferencias. De esta forma, se elimina el concepto de “clase” para pasar a formar grupos de alumnos y alumnas heterogéneos, de varias edades y que cambian cada día. Es un buen inicio, ¿no crees?
La aplicación de la tecnología
Los niños y niñas de primaria son nativos tecnológicos, por lo que las TIC se incorporan a su aprendizaje de forma natural para aportar todas las ventajas que faciliten la formación en habilidades y en valores. ¡Aprovechemos lo que nos ofrecen!
La potenciación del pensamiento crítico
El alumnado aprende a cuestionarse problemas y a buscar soluciones y alternativas, fomentando de esa forma el pensamiento crítico, la competencia para escuchar a otros y observar y, sobre todo, la capacidad de aprender. ¿Vamos a desperdiciarlos?
La apuesta por el design thinking
La aplicación del pensamiento de diseño, el design thinking, en la escuela supone que los niños y niñas aprendan a ser más creativos y apuesten por la innovación. Esta filosofía nació en el seno de las empresas para crear productos y servicios adaptados a las personas que los utilizan.
Además, se puede implementar en varias fases: descubrir, interpretar, idear, experimentar y evolucionar. Una aplicación de esta técnica, por ejemplo, podría ser el brain storming o la lluvia de ideas. ¿Te imaginas una clase basada en la lluvia de ideas?
Cada persona es responsable de su aprendizaje
En algunas escuelas son los alumnos y alumnas quienes establecen sus propios horarios, de forma que con la ayuda de un tutor se hacen responsables de su educación. Es una forma de que el niño o la niña desarrolle su proceso de aprendizaje, así como de que asuma tareas en función de su edad.
La sensibilización en relación con el medio ambiente
Desde peques, es importante conocer la importancia de cuidar el entorno que nos rodea, por eso existen escuelas en las que no solo la propia institución apuesta por soluciones que cuidan el medio ambiente en su propia estructura (por ejemplo, mediante el uso de paneles solares), sino que también enseñan valores a los niños y niñas para que aprendan a cuidar a los animales, las plantas y se conciencien desde pequeños de que es esencial cuidar la Tierra. ¡Porque el aprendizaje no termina en las aulas!
Qué te parecen las innovaciones educativas? ¿Las conocías? ¿Crees que aportan un valor añadido a la educación tradicional? ¡Cuéntanos tu experiencia!