¿Has pensado ya tu próximo viaje en Semana Santa o en verano? Si todavía estás buscando destino, te proponemos un turismo alternativo y diferente, basado en el respeto al medio ambiente, con el que podrás disfrutar al máximo el lugar que visites reduciendo, además, tu impacto ambiental. ¿Qué más se puede pedir?
Hacer turismo se relaciona con el hecho de viajar por ocio para conocer, durante unos días, un lugar distinto al que habitamos. Es una forma de desconectar de la rutina diaria y de relajarnos. Por su parte, el turismo ecológico es un tipo de turismo que incide lo menos posible en los seres vivos y el ambiente del lugar que se visita. Por lo tanto, en este caso se produce una combinación entre el ocio y el respeto al entorno visitado. ¿Te pica el gusanillo por conocer más sobre este tipo de turismo? ¡Este es tu post!
Las bases del turismo alternativo respetuoso con el medio ambiente
Practicar un turismo alternativo no es complicado, solo tienes que seguir los consejos que te proponemos. ¡Apúntalos y programa tu próxima aventura... sostenible!
- Infórmate del lugar. A la hora de organizar un viaje siempre planeamos los lugares que queremos visitar, pero es necesario ir un poco más allá y pensar en el impacto que podemos tener en esos lugares y en cuál es la mejor forma de visitarlos.
- Viaja en grupos reducidos. El impacto en el sitio que visites es menor que si viajas en grandes grupos.
- Elige un alojamiento respetuoso con el entorno. Por ejemplo, el camping suele utilizarse como un medio de alojamiento que respeta el entorno, siempre y cuando no se tire basura y se deje el lugar ocupado tal y como se encontró.
- Intégrate en el lugar que visitas. Si eliges visitar una casa rural en la que hay animales, ayuda en las labores diarias: no solo contribuirás a echar una mano, sino que cuidando los animales contribuirás, también, al cuidado de las especies.
- Consume y compra productos de empresas locales. A todos nos gusta comprar cosas como recuerdo cuando viajamos, pero es importante apostar por las empresas locales y organizaciones de pequeños artesanos de la zona. Además, es fundamental comprar productos obtenidos de forma sostenible, respetuosa con el medio ambiente y, siempre que sea posible, de Comercio Justo.
- Utiliza un medio de transporte no contaminante. Evita utilizar el coche y apuesta por la bicicleta, por ejemplo. Piensa siempre en la contaminación de los medios de transporte que utilizas para el sitio que estás visitando.
- Si compras botellas de agua, rellénalas para utilizar menos plástico; si coges planos del hotel, devuélvelos una vez utilizados.
- Sigue las huellas, es decir, si visitas un lugar recorriendo un sendero evita salirte del camino marcado para no perjudicar a la flora y la fauna locales.
- Respeta la naturaleza. Cada lugar tiene una naturaleza única: respétala evitando que se contamine y preservando las especies animales y vegetales.
- Aprende a ser una persona viajera, no turista. Empápate del lugar que visitas, conoce sus costumbres, prueba su gastronomía, respeta su religión y conoce a sus gentes.
¿Tienes clara la actitud que implica el turismo respetuoso y que te permite adaptar tus costumbres al lugar que visitas cuando viajas? Si tienes más ideas par ampliar la lista de consejos, ¡compártelas!
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