La economía ética es un sistema basado en la inversión en proyectos respetuosos con el medio ambiente, la economía local y el respeto a los derechos humanos. ¿Es posible vivir en armonía con el entorno y las distintas comunidades que pueblan el planeta? ¿Es posible practicar un estilo de vida sostenible? ¿Es posible transformar la economía tradicional? La economía ética nos ofrece las respuestas, dentro de un espacio de red sostenible y creativa.
Ante las evidentes desigualdades de la sociedad actual y las injusticias que promueve el mercado tradicional, ha surgido un movimiento social que busca cambiar el modo en el que los individuos se relacionan con el medio natural y entre ellos: la economía ética. Si quieres conocerlo, ¡sigue leyendo!
Lo que se intenta es concienciar a la ciudadanía de la necesidad de recuperar valores comunitarios y establecer una nueva cultura económica, poniendo el objetivo en implantar una economía de carácter ético, donde la importancia radique en las personas, el respeto mutuo y el empoderamiento, frente a la riqueza. Suena bien, ¿no? Esto es el resumen de la economía ética.
Beneficios de la economía ética
- Búsqueda del bien común: Se desplaza el concepto del lucro individual para pensar en un desarrollo de la sociedad en general, donde se ayude a otros a construir un espacio de igualdad.
- Colaboración entre personas: Se elimina esa necesidad de crecer a nivel individual para establecer un sistema basado en la solidaridad.
- Transforma la sociedad: Porque en vez de crecer hacia la desigualdad, establece un sistema que empodera a todos los sectores por igual.
Pero, ¿cómo se puede lograr esta transformación social?
Ideas para que veas que crear y trabajar de forma sostenible sí es posible: la economía ética
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Negocios sostenibles o que buscan un bienestar social, como aquellos cuya materia prima procede de la agricultura y ganadería ecológica.
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Relaciones armónicas con el entorno, reavivando el respeto y el amor por la tierra y los recursos naturales a través de la recuperación de los huertos ecológicos o la implantación de los huertos urbanos que nos permitirán cultivar para el autoconsumo.
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Intercambio de productos mediante el trueque, como mercadillos de segunda mano, que impulsan la reutilización de enseres y evitan el uso de monedas, y bancos de tiempo que fomentan el intercambio de conocimientos.
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Consumo responsable, eligiendo, por ejemplo, productos de origen ecológico, locales o de Comercio Justo, o practicando la regla de las 3R.
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Mayor colaboración entre miembros de la misma vecindad o comunidad, muy frecuente en tiempos de nuestros mayores, que potencia la ayuda mutua sin esperar nada a cambio de esa cooperación.
En definitiva, este movimiento sostenible y creativo lucha por la llegada de una economía humanizada, alejada de los intereses egoístas o del lucro económico, donde los valores de cooperación, solidaridad y respeto hacia el planeta estén presentes, y donde la sociedad entienda que vivir de forma sustentable y consumir de forma eficiente nos aporta beneficios a todos, una red sostenible y creativa.
Fomentando el Comercio Justo desde Oxfam Intermón
Oxfam Intermón trabaja a favor de una economía ética o una economía más humana, que nos permite hablar de un mundo con mayor justicia e igualdad para sus miembros. ¡Te contamos más!
A través del fomento del Comercio Justo, un mercado solidario y alternativo al tradicional que busca facilitar el acceso al mismo de las personas productoras más desfavorecidas esta ONG hace posible una transformación en el estilo de vida de familias y comunidades. También fomenta la protección del medio ambiente, a través del estímulo del cultivo ecológico y el uso de materias primas de origen natural para la elaboración de sus productos de alimentación, cosmética y textiles.
Como ejemplo de ello encontramos el uso del algodón orgánico de la organización Rajlakshmi, en la India, que garantiza la salud del campesinado, ya que no se emplean pesticidas ni fertilizantes químicos durante su cultivo, o los artículos del hogar que proceden de la cooperativa catalana Teixidors, centrada en lograr la integración social y la independencia económica de personas con dificultades de aprendizaje. Si todavía no las conoces, ¡te invitamos a que lo hagas!
Además, el Comercio Justo es garantía de salarios dignos, de igualdad entre hombres y mujeres, de protección a la infancia a través de la ausencia de trabajo infantil y de impulso de proyectos sociales en materia de educación o salud para los miembros de las organizaciones productoras y las comunidades donde estas se asientan.
¿Es posible rescatar valores que a menudo creíamos perdidos como el altruismo, la generosidad, o la confianza? ¿Es posible la llegada de una economía ética? ¿Es posible vivir en armonía con el planeta?
Si miras a tu alrededor seguro que compruebas que hay muchas personas que ya se han comprometido con alguna causa y se han puesto manos a la obra para construir un mundo más humano. ¡Elige una con la que te identifiques e involúcrate! ¿Nos la cuentas?