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¿Utilizas el coche para ir a comprar el pan? ¿Dejas la luz encendida cuando sales de casa? ¿Pones la lavadora a 65 ºC? Todas estas acciones, tan cotidianas, contribuyen significativamente a empeorar el efecto invernadero y agravan el cambio climático. ¡Y planeta solo tenemos uno!
La lucha contra el efecto invernadero depende de muchísimos factores, como por ejemplo, el compromiso de los países para adoptar políticas respetuosas con el medio ambiente que impliquen una reducción de la emisión de gases contaminantes a la atmósfera.
Y también depende de personas como tú, porque muchos pequeños gestos pueden marcar una gran diferencia. Por ese motivo, hoy vamos a repasar unos sencillos consejos con los que conseguirás disminuir tu aportación al efecto invernadero y reducir las emisiones de carbono de tu hogar.
Se trata de pequeñas cosas que muchas veces hacemos sin darnos cuenta y que podemos modificar sin grandes esfuerzos. ¿Las vemos?
10 formas de reducir el efecto invernadero desde casa
Cuando vayas a comprar productos de electrónica, como un ordenador o una tele nueva, asegúrate de que son energéticamente eficientes. En la mayoría de países viene marcado por el estándar Energy Star.
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Aísla tu hogar: la pérdida de calor a través de las ventanas y puertas exteriores puede incrementar tu gasto en calefacción hasta un 20%, con el consiguiente aumento en el consumo de electricidad y, por tanto, en la emisión de gases que provocan el efecto invernadero.
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Utiliza el agua con mesura. No dejar el grifo abierto mientras te duchas o te lavas los dientes, aprovechar el agua de cocción para regar o reparar rápidamente un grifo que gotea son algunas de las medidas que puedes adoptar.
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Recicla todo lo que puedas. Separa la basura según cada tipo y procura reaprovechar la ropa o el calzado. Y, si se te estropea algún electrodoméstico o aparato electrónico, acércate a un punto verde para que lo traten correctamente.
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Si tienes que imprimir documentos, hazlo a dos caras. Reducirás el gasto en papel de forma considerable, especialmente si compras papel reciclado.
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Sustituye las bombillas incandescentes por luces LED, duran más y consumen menos energía.
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Compra productos de Comercio Justo, que se habrán producido en entornos respetuosos con el medio ambiente y con las personas que los producen.
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Instala dispositivos que te ayuden a ahorrar energía, como sensores de movimiento para las luces o los grifos. Tu bolsillo te lo agradecerá y el planeta también.
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Acostúmbrate a ir a comprar con tus propias bolsas reutilizables para consumir menos plástico.
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Si puedes evitarlo, no compres carne envasada: las bandejas de porexpán no pueden reciclarse y son muy nocivas para el planeta.
¿Te apuntas al cambio?
Como ves, estos 10 consejos son acciones cotidianas que seguro que tanto tú como tu familia habéis hecho alguna vez, casi sin ser conscientes de ello. Modificar estos hábitos puede significar un gran cambio para el planeta y, además, estarás consiguiendo que tus hijos sean más respetuosos y responsables con el mundo que les rodea. Enseñándoles estos valores desde pequeños, cuando sean adultos esta actitud formará parte de su cotidianeidad y lo harán de forma sistemática.
Si luchas por reducir el efecto invernadero desde casa, ganas tú, gana tu familia y ganamos todos. ¡Súmate al cambio!