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A menudo necesitamos un empujoncito que nos ayude a actuar, que nos haga ver las cosas con más claridad, que inspire nuestras decisiones para que tomemos las más justas y acertadas en cada momento. Por eso, hoy te proponemos dar un paseo a través de cinco frases inspiradoras que nos pueden ayudar a comprender mejor la importancia que todos y todas tenemos en la defensa del medio ambiente, un breve recorrido tras el cual (así lo esperamos) afirmaremos con un ímpetu renovado nuestro compromiso con el mundo.
5 frases de cabecera sobre medio ambiente
Empezaremos nuestro paseo de la mano de Rabindranath Tagore, Nobel de Literatura nacido en la India. Nos dice el poeta indio: «Convertid un árbol en leña y arderá para vosotros, pero no producirá flores ni frutos para vuestros hijos». Con esta frase Tagore nos anima a reflexionar sobre nuestra responsabilidad, a pensar de qué modo lo que hacemos para satisfacer nuestras necesidades inmediatas repercutirá en el futuro, y si con ello impediremos que otras personas puedan beneficiarse de los mismos recursos de los que disfrutamos ahora.
Volvemos, en definitiva, a lo mismo de lo que ya hemos hablado en otras ocasiones: nuestra responsabilidad social valorada, en este caso, desde un punto de vista medioambiental y a la apuesta por el desarrollo sostenible, el consumo responsable y la importancia de las pequeñas acciones cotidianas para preservar el medio ambiente.
En nuestras manos y en las tuyas está asegurar el futuro de las generaciones venideras y las de tus propios hijos e hijas, por lo que «Produce una inmensa tristeza pensar que la naturaleza habla mientras el género humano no la escucha», en palabras de Víctor Hugo. Así es, tal como nos dice el escritor francés, es triste pensar que hacemos oídos sordos a la llamada de auxilio del planeta. Sin embargo, tenemos buenos motivos para ser optimistas: cada día más gente está concienciada de las repercusiones de sus actos, y existe un gran número de Organizaciones No Gubernamentales, entidades y agrupaciones que luchan constantemente por preservar el medio ambiente, con campañas de intervención directa, como las llevadas a cabo por WWF o Greenpeace.
Y es que «La tierra proporciona lo suficiente para satisfacer las necesidades de cada hombre, pero no la codicia de cada hombre», decía Mahatma Gandhi. En él encontramos precisamente un claro ejemplo de la íntima relación que guarda la lucha por la dignidad y los derechos de las personas con la defensa del medio ambiente. Efectivamente, en el mundo cabemos todos y todas, y hay espacio para muchas personas más. Eso sí, debemos vivir responsablemente, y tomar medidas ecológicas, solidarias y respetuosas con nuestro entorno, tanto social como natural: ¡incluso las más pequeñas tienen grandes repercusiones! Toma nota y ponlo en práctica en el hogar, con los niños y niñas.
Medidas tan simples y sencillas como reducir el consumo de carne y pescado, comprar productos de proximidad o ahorrar agua en nuestras actividades diarias pueden transformar el mundo.
Advertir cómo contaminamos sin darnos cuenta y actuar en consecuencia nos alejará cada día más de lo que tanto llamaba la atención de la activista francesa Flora Tristán. En sus propias palabras: «Dos cosas me llaman la atención: la inteligencia de las bestias y la bestialidad de los hombres», una frase tan dura como lamentablemente cierta en tantas ocasiones.
Y es que la bestialidad o incluso la irresponsabilidad de los seres humanos es algo exclusivo de nuestra especie, como también lo es actuar con bondad, inteligencia y responsabilidad.
Recordando a Albert Einstein cuando decía que «El mundo es un lugar peligroso, no a causa de los que hacen el mal sino por aquellos que no hacen nada para evitarlo», nos damos cuenta del papel que todos y todas jugamos en el mantenimiento de la salud de nuestro entorno y en el legado que entregaremos a nuestros hijos e hijas.
Todas las personas estamos interconectadas y dependemos las unas de las otras. Todas y todas sumamos. Todos los gestos suman. Todo suma, también en la defensa de nuestro patrimonio más ancestral: el medio ambiente.
Aunemos las acciones cotidianas responsables y comprometidas de toda la ciudadanía mundial y cuidemos de nuestro planeta. Vivamos de forma sostenible y ofrezcamos a nuestros hijos e hijas un futuro con más oportunidades. Evitemos que nuestros malos hábitos dañen a otras personas y al medio ambiente. ¡Súmate al reto con tu familia!
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