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Puede que, en más de una charla familiar, las personas mayores te hayan comentado lo mucho que ha avanzado y cambiado la sociedad. Unas transformaciones que, sobre todo, han experimentado en primera mano las mujeres de tu entorno.
¿Pero qué opinan ellas sobre sus efectos en el colectivo femenino? La perspectiva de género tiene mucho que ver con esa huella. Veamos por qué es tan importante dejarla a nuestro paso.
¿Qué es la perspectiva de género?
El Glosario del Centro de Capacitación de ONU Mujeres explica que la perspectiva de género es una manera de ver o analizar, que se fundamenta en examinar el impacto del género en las interacciones, oportunidades y roles sociales de los sujetos.
Según nos explica Mujeres en Red, tradicionalmente las relaciones de poder entre los géneros, establecidas social e históricamente, han sido más beneficiosas para los hombres, como grupo social, en detrimento de las mujeres. Estas relaciones son transversales y se vinculan con otros aspectos, como la clase social, la etnia o la educación.
Esto permite entender que incorporar la mirada de género en el desarrollo de políticas y programas es vital para conseguir la igualdad de derechos entre hombres y mujeres. ¿Estás de acuerdo?
La desigualdad de las mujeres y la perspectiva de género
En 1995 la 4.ª Conferencia Mundial sobre la Mujer ya apoyaba la integración de la perspectiva de género para lograr los compromisos en equidad.
Con ella se puede contribuir a frenar la brecha de desigualdad entre hombres y mujeres, pues integra la equidad en la estructura pública, entidades privadas, políticas o programas de servicios, con el objetivo de transformar la legislación, costumbres comunitarias u organizaciones sociales que sean discriminatorias. Veámoslo con dos ejemplos.
Colombia
Durante el conflicto armado (2010-2015), las mujeres sufrieron todo tipo de violencias que fueron silenciadas y naturalizadas. Pero ellas se unieron, se organización y comenzaron su protesta sacándolas a la luz.
En 2016 se firmaban los Acuerdos de Paz de La Habana entre el Estado de Colombia y las FARC-EP, Fuerzas Armadas Revolucionarias de Colombia-Ejército del Pueblo. En ellos se incorporaba la perspectiva de género (son los primeros del mundo que lo hacen), de modo que la labor de movilización e influencia de las organizaciones con las que colabora Oxfam Intermón daba su fruto.
En ellos se propone, entre otras cuestiones, asegurar el acceso a la propiedad rural de la tierra y a la participación en los espacios de representación social y política y de construcción de la paz de las mujeres, así como proteger a menores y mujeres afectados por la violencia sistemática. También reconoce que las drogas ilícitas y las economías criminales que las envuelven han afectado particularmente a las mujeres en forma de explotación sexual, violencia y trata de personas.
Cacao
En el sector del cacao, producción y suministro, las mujeres padecen desigualdad. Las productoras perciben salarios peores, tienen un menor acceso a la propiedad de la tierra, financiación o insumos agrícolas como fertilizantes. Aquellas que trabajan en la cadena de suministro en los países menos desarrollados no tienen oportunidad de promocionar hacia puestos de mayor rango.
La iniciativa Tras la Marca conseguía que Mondelez, Mars y Nestlé, las grandes empresas chocolateras del mundo, se responsabilizaran de tomar medidas para resolverlo.
Por ejemplo, Mondelez daba los pasos para la inclusión de la perspectiva de género aceptando los Principios para el Empoderamiento de las Mujeres de la ONU en 2013. También se comprometía a evaluar el impacto de las condiciones de las mujeres en la cadena de suministro y a desarrollar programas sectoriales para encarar la desigualdad que sufren.
Propuestas para fomentar la perspectiva de género
La igualdad y el empoderamiento de las mujeres y niñas es uno de los Objetivos de Desarrollo Sostenible. Alcanzarlo permitiría un desarrollo justo y equitativo, pues está vinculado a un crecimiento económico inclusivo y la lucha contra la pobreza.
Así, la perspectiva de género tiene que ver con respetar sus derechos y no atañe solo a los ámbitos políticos y organismos internacionales. En nuestra vida cotidiana también podemos contribuir. ¡Descubre cómo!
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Poniendo freno al sexismo. Un ejemplo de ello es la discriminación en el uso del lenguaje, donde las mujeres quedan relegadas a un segundo plano cuando se emplea el masculino como genérico. El problema es que no siempre nos damos cuenta de este tipo de marginación cuando hablamos o escribimos. En la guía Lenguaje no sexista te ofrecemos las claves para comunicarte en igualdad. ¡Puedes conseguirla de forma gratuita!
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Dejando de dividir a los hombres y mujeres en función de roles. El género no determina las capacidades de unos y otras. El talento o la inteligencia no depende de si naces hombre o mujer, y, por tanto, no hay labores propias ni definidas. Dividamos las tareas del hogar y responsabilidades a partes iguales, e invitemos a los más pequeños y pequeñas a participar también. Un artículo de Faros indica que les ayuda a ser responsables.
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Fomentando la igualdad en las aulas. En 2018, el Gobierno introducía la mirada de género en la educación a través de un estudio de los libros escolares. El objetivo era verificar que en sus contenidos no hubiera machismo, que su lenguaje fuera inclusivo y que hubiera una proporción igualitaria de hombres y mujeres. Sin estereotipos, el alumnado disfruta de igualdad de oportunidades para desarrollar su potencial. Además de los textos podemos promoverla con manualidades, actividades extraescolares o recursos como la Agenda Escolar Coeducativa para infantil y primaria de la Junta de Andalucía.
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Conociendo la terminología y las figuras destacadas. ¿Sabemos realmente qué es sexismo, machismo, feminismo o sociedad patriarcal? Usamos camisetas con la imagen de Frida Kahlo, ¿pero cuánto sabemos de su papel en defensa de los derechos indígenas? En nuestro blog te hemos hablado de ello y de muchas mujeres relevantes. ¡Navega por él y descúbrelas!
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Deconstruyendo estereotipos. Niñas que practican ballet y niños que juegan al fútbol, muñecas para unas y coches para otros, o preguntas y expresiones como "Ana, ¿cuándo piensas casarte?", "estás mucho más guapa con ese vestido que usando pantalones". Son ejemplos de cómo educamos o nos comportamos, ¿no crees que es hora de cambiar esta actitud?
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Prestando atención a tus políticas de empresa. Plantéate si las decisiones que tomas favorecen la igualdad de oportunidades para los miembros de tu equipo femeninos y masculinos, si garantizas entornos de trabajo respetuosos y seguros para ambos o piensa en cuántos de tus proveedores son mujeres. ¿Ahora crees que puedes hacer algo más por sus derechos?
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Siendo profesionales comprometidos y comprometidas. Informar sobre violencia machista es una iniciativa online de Oxfam Intermón para contribuir al uso de un lenguaje y narrativa precisos e inclusivos frente a la violencia que padecen las mujeres. Magda Bandera ha dirigido al grupo de profesionales en género que ha desarrollado sus contenidos.
Las mujeres no deberían luchar solas por la igualdad de género. Es un objetivo por el que debemos sumar nuestros esfuerzos, pues beneficia a toda la sociedad alcanzarlo. ¡Sin excepción! Hay muchas pequeñas acciones diarias que sientan las bases para construir un mundo más justo y equitativo. Ponlas en práctica y caminemos hacia un futuro más inclusivo. ¡Implícate!
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